lunes, 4 de marzo de 2019

De disculpas y perdones (o el pedo en el ascensor)


           Finalmente sucedió. Algunos (más de uno y en distintos lugares) se enojaron con un artículo mío. Es que son para eso...

           Es sencillo. Salvo casos de excepción, los docentes como colectivo soportamos en proporción más carneros que otras profesiones. Más que los taxistas, o que los metalúrgicos, por decir algunos gremios a los que les va mejor que a los docentes (obviamente). Y parece ser que esto no se puede decir ni escribir, ni siquiera en forma general. Ser carnero (o no) es es una decisión a conciencia y sumamente íntima, que no puede ser juzgada ni criticada. Ni siquiera connotada o relatada. Lo mismo vale para el voto. El voto se decide en un ambiente de profunda reflexión democrática, íntimo y sacrosanto, el cual debe ser respetado (eso está bien) y esta decisión no puede recibir ninguna crítica u observación (ahí no estoy de acuerdo).

           Así, carneros que votaron al gato inmundo dos veces se encabritan si uno se lo recuerda cuando se quejan de que no les alcanza, y ni qué hablar si se los cuestiona (quién sos para juzgar, mi voto es íntimo, y argumentaciones similares). Según algunos de ellos, debería disculparme por cuestionar sus motivos, o calificarlos de carneros.
           Aclaro, acato las decisiones en democracia, ganó el gato (dos veces y sin fraude evidente) y si alguien no hace paro no lo voy a ir a buscar a la casa... tampoco le digo que devuelva los aumentos que consiguieron sus compañeros con descuentos....

           Pero... no, no me disculpo nada, en democracia también se discute, los que votaron al gato, al menos la segunda vez, o no evaluaron bien (se equivocaron) o son garcas (en ese caso no se equivocaron, pero son garcas). Y los que no hacen un paro (salvo casos extremos), son carneros, aunque nadie se los diga.
           Igual vivimos en el mismo país, vamos a tener que convivir, así que no se enojen tanto y voten mejor la próxima vez (sí, estoy calificando y para mí votaron mal, pero a veces pasa).

           No me disculpo por pensar u opinar. 










           Zanjado el tema, y hablando de disculparse, la hiena Heidi Vidal le pidió perdón a los maestros, o eso dicen...
           Según google (la fuente de los periodistas vagos), la diferencia entre disculparse y pedir perdón reside en que quien se disculpa no se siente responsable por lo sucedido, quien pide perdón sí... o sea, me disculpo si se me escapa un pedo, pero pido perdón si me lo tiro a propósito en un ascensor …

           Quizás la gestión educativa de la hiena Vidal es equivalente a cagarse (a propósito) en un ascensor lleno de docentes. Por algo pide perdón...
           La pregunta es... ¿Pidió perdón realmente? Veamos parte de su discurso ante la Legislatura:



           ...Durante el último tiempo muchos de ustedes se vieron perjudicados por el conflicto que hemos tenido con los gremios.

             Quiero
pedirles perdón si en algún momento sintieron que nos equivocamos.

             En este camino no están solos, estamos haciendo todo para acompañarlos...


          ...Donde daba lo mismo ir a trabajar que no hacerlo, empezamos a premiar el presentismo para reconocer al que cumple y da el ejemplo...




          Bien. Tal como se sospechaba, no nos pidió perdón, o si lo pidió fue de una forma tan elíptica que parece que nos pide perdón en nombre de los gremios, los verdaderos culpables (debió haber dicho sindicatos, ya que estamos puristas con el lenguaje). Es un perdón además subjetivo, que remite a un sentir, y condicional (no obraría este perdón con los que no sintieran que se equivocó). Y dos párrafos después justifica el premio al carnero, que muchos de los que se ofenden y piden que otros se disculpen se apresuraron a cobrar.

          Habría que aclararle a Vidal que los sindicatos docentes suelen estar conformados por docentes, y que tener conflictos con los sindicatos docentes es tener conflictos con los docentes representados por esos sindicatos. Y que una buena forma de pedir perdón es jerarquizar los salarios y la profesión docente. 

          Pero no entiende, o se hace la que no entiende. Es garca.

          Ya canso escribiendo esto pero de un gobierno de garcas no puede esperarse otra cosa. Los garcas hacen cosas de garcas, razonan y actúan como garcas. ¿Cómo nos libramos de ellos? No es fácil, pero por empezar no habría que volverlos a votar...

           Cierro con la gracia procaz y previsible. Imagino a la hiena Vidal y todo su gabinete, tirándose pedos y cagándose (a propósito) en un gigantesco ascensor lleno de docentes, enfermeros, policías (sí, policías también), jubilados, desocupados, pobres, indigentes, chicos... casi todos...

           Por supuesto, en época de elecciones, pidiendo perdón.


           Es todo.


PD1: sí, los sojeros, los mineros y dos o tres más tienen ascensor propio.

PD2: comenten, circulen y opinen que yo no me enojo...









viernes, 11 de enero de 2019

Paro docente (reflexiones para docentes carneros).

           Pasaron varios meses desde lo último que escribí. Temas hubo, tiempo no... además cuando escribo sobre actualidad o política me pongo agrio y mucho no lo disfruto.
            Prometo entonces, escribir más seguido y en la medida que este país lo permita (por ahora no lo permite), con un temperamento más alegre.

           Sobre la problemática salarial docente, ya escribí mucho. Pongo algunos enlaces (uno, dos, tres, por ejemplo) para no fatigar ni repetir razonamientos. 
        Resumidamente, a los docentes históricamente nos pagan poco, por muchos motivos. Muchos consideran que la docencia no puede estar bien paga ya que se trata de un trabajo vocacional, no profesional, que cualquiera con vocación que sepa leer, escribir y las tablas de multiplicar podría hacer. Por eso la tendencia es cerrar los profesorados, traer docentes del exterior (venezolanos, por ejemplo), poner voluntarios al frente de alumnos, y en algún futuro, no descarto gendarmes dando clases de ESI o de matemática (munidos con táser por supuesto). No se les ocurre (menos a estos garcas neoliberales) jerarquizar la profesión pagándoles mejor a los tipitos (y tipitas) que dan (damos) clase. Pero de esto ya escribí.
            Por supuesto, esta problemática docente hace que los docentes debamos negociar, y llegado el caso, tomar medidas de fuerza... como los paros.

            Así llegamos al tema, el paro docente. Es un buen momento para reflexionar sobre el tema, ya que no hay paros cercanos y se evitan las chicanas y acaloramientos entre docentes. Porque este escrito está dirigido sobre todo a mis colegas docentes. Más específicamente, está dirigido a mis colegas docentes carneros (no escribo CARNEROS porque dicen que es equivalente a gritar pero quizás la mayúscula sea procedente).

           Alguna consideración previa: puedo convenir que no todas las convocatorias a movilizaciones o paros son igual de importantes (si bien sí son justas). Desde que soy docente (año 86) hubo un montón de paros y algunos no los hice (no muchos). A veces, pocas veces, no me convencen o no puedo permitirme descuentos.
           Ahora, es claro que en el 2018 que pasamos bajo el gobierno garca de Macri (gato), el salario docente perdió no menos del 15 % (siendo generoso) de su poder adquisitivo. No haría falta convencernos de nada, es evidente que parar está justificado. Y en cuanto a los descuentos, muchas veces son aplicados indiscriminadamente, haya el docente hecho paro o no. Podría respetar alguna situación extrema, pero el hecho es que muchos docentes deciden no hacer paro y no padecen ninguna situación extrema. Deciden ser carneros. Aunque debiliten a sus compañeros que paran, aunque por ahí le descuenten igual...



           Acá empieza mi problema. Otros gremios, como metalúrgicos, taxistas o camioneros tienen formas más claras de tratar con los carneros. No hablo de violencia física (que a veces también hay), pero hay una clara condena simbólica de los trabajadores para con el carnero. Con los docentes no es así.
            Es que es difícil condenar, aunque solo sea de palabra, a compañeros docentes que trabajan en el día a día con uno y que quizás uno valora, respeta y aprecia.
          Aún así, me animo a preguntarles a veces por qué no hacen los paros. Las respuestas parecen graciosas pero son tristes... paso a detallar, aunque quizás no esté registrado algún caso (es mi experiencia, por lo tanto es limitada):

    • La que pone cara de republicana y dice “... cada uno hace lo que su conciencia le dicta...”. Es decir, su conciencia es poco solidaria y le dicta cagar a sus compañeros. Además es vaga de pensamiento y no quiere discutir.
    • “Qué culpa tienen los chicos, hágamos otra cosa”. Jamás propone qué otra cosa hacer, y por lo general los chicos pierden más días de clase por falta de agua, luz, gas, o porque las escuelas se caen a pedazos que por los paros. Cuando a los chicos y a las familias se les explica, entienden. Y con los paros también aprenden que ser solidarios y organizarse es mejor que ser individualistas y serviles.
    • “Si me descuentan mucho no me voy de vacaciones”. Garca asumida, ni da para contestarle. Por lo general es segundo sueldo y los votó.
    • “La yegua tal cosa... Baradel tal cosa...”. Sí, está bien, yo no soy votante de Cristina y a Baradel no lo quiero ni de compañero de colectivo, pero es claro que a este tipo de carnero la grieta le impide pensar sus condiciones objetivas. El paro es porque la hiena (o larrata) nos paga mierda y cada vez con nuestro sueldo compramos objetivamente menos comida. La próxima tratá de votar mejor, ya que estamos.
    • “Hay que trabajar más, no menos, porque a estos tipos es lo que les molesta”. Estoy de acuerdo que a estos garcas gobernantes les molesta la educación, el cierre de profesorados y nocturnas en CABA es prueba de eso. Ahora, usar eso para debilitar una medida colectiva con una postura individual es de garca o de boludo. O de hipócrita, que lo que realmente quiere es que no le descuenten.
    • “Soy apolítico, y los paros son políticos” Este es boludo de verdad. Y probablemente los votó.
    • “En Finlandia no hacen paro”. Sí, pelotudo, porque en Finlandia pagan bien, valoran la educación y los finlandeses no votan garcas.
    • “Con los paros nunca se llegó a nada”. Mentira, a veces sí. Ahora, cuando los paros tienen muchos carneros, se hace más difícil una negociación exitosa (sobre todo bajo este gobierno garca).

            Deben faltar casos, pero no quiero inventar, las de más arriba son respuestas que realmente escuché...
              Quizás por estas respuestas (y otras como estas) los docentes merecemos lo que nos pasa. No se si listarlas tiene alguna utilidad excepto que los carneros se den cuenta que si bien parece que no pasa nada, o que no decimos nada, los demás nos damos cuenta... No hace falta violencia física, patoteo o dejar de hablar o saludar a nadie. Pero sepan que nos damos cuenta.

            Para terminar, si a alguno molesté con esta clasificación y se siente incluído en alguno de los ejemplos, jódase. Pagué dos lucas por cada mes que haya hecho paro para tener derecho y poder escribir esto. Paré y fui a varias marchas para mejorar mis condiciones salariales y laborales... y también las de ustedes, carneros, que fueron a trabajar (sin alumnos a veces).

           Y a los que quiero, valoro y respeto, y decidieron ser carneros, traten de no hacerlo más. Tienen todo el 2019 para redimirse. Hagan los malditos paros, no sean carneros. Y voten mejor.

            Es todo.




           PD: comenten, circulen y háganme famoso en las redes...



viernes, 4 de mayo de 2018

El Otro es idiota (o las virtudes de la empatía)


       Pasó abril. Y la verdad, cuando uno no tiene tema o no se le ocurre nada, lo mejor es no escribir nada, que blogueros que escriben huevadas hay a montones y trato de no ser uno de ellos.
      En lo personal, y siguiendo la tradición de los distintos gobiernos, a los docentes nos siguen pagando mierda y tratándonos en el mismo sentido. La responsabilidad es nuestra que no tomamos la docencia como el sacrificio vocacional que es. O que no nos casamos con un abogado. O que no tomamos cinco cargos. Pero ya escribí bastante sobre esto.

       Sobre el dólar, no voy a escribir mucho. Nada más ajeno a la docencia que la cotización del dólar. Habrá garcas empresarios que se beneficien con la suba del dólar y giles (nosotros) que se perjudiquen. Habrá garcas periodistas o garcas economistas que nos expliquen la razonabilidad de la situación, que en realidad (tratarán de convencernos) es exitosa. Y a los giles (nosotros) nos parecerá una vez más que nos están cagando desde arriba de un elefante. Como siempre.
       Pero vamos al tema de la nota. Me interesa escribir esta vez, ya que aún estamos relativamente lejos de las elecciones, sobre la otredad y la idiotez. El otro es idiota.
       Es lo que nos va legando la grieta. La idea de que el otro, el diverso, el que no piensa como yo, es un idiota.



       Van ejemplos. En algunos estoy yo...

       Empiezo.

       Los que apoyan a Cristina son chorros o son idiotas. Son militontos, están adoctrinados por 678 y no quieren laburar. Solo quieren planes y fútbol gratis. Son negros cabeza fácilmente manejables (e idiotas). Y los que no lo son, afanaron. Por las dudas aclaro, es posible que alguno se haya llevado algo, pero eso lo debería decir la justicia (risas). Porque el poder judicial no es precisamente idiota, es una corporación que hará lo que más conviene a sus intereses. Los simples humanos de a pie nunca sabremos si Cris se enriqueció ilícitamente o le hicieron una cama. A mí actualmente me parece que las dos cosas, pero no se nada que otros no sepan ni que pueda tomarse como prueba, simplemente, como toda la gilada, me informo, escucho los dos relatos y en este momento los valoro de esta manera. Espero no ser considerado idiota por alguna de las dos facciones. 
      Para finalizar esta parte, es imposible zanjar aunque sea un poquito la brecha mientras no vayamos más allá de considerar un idiota manejable a un tipo que cobra un plan, quiere fútbol gratis o milita en la Cámpora. Quizás el análisis debería ir más allá y preguntarse (por ejemplo) por las historias de vida de los negros vagos (idiotas) que idolatran a Néstor o a Cristina. Y empatizar con un tipo que por ahí pasó por un sistema educativo de mierda y que no supo nunca lo que es un trabajo en blanco (por dar un ejemplo). Y que Cris y Néstor, si bien no resolvieron el problema estructural para que al tipo le vaya mejor, al menos le dieron algo, se acordaron de él (un plan, fútbol gratis, algo). No hace falta estar de acuerdo con el kirchnerismo. Un poco de empatía con el tipo es lo que hace falta, nada más.

       Sigo.

      Los votantes de Macri (gato) son garcas o son idiotas. Aclaro que no está mal que un garca apoye al gobierno. Después de todo, a mi juicio este es un proyecto conservador neoliberal que vela por los intereses de los garcas. Yo si fuera garca, los votaría. El problema es caracterizar a los ciudadanos de clase media, media-baja y baja que votaron esto como idiotas. Quizás no sean estrictamente idiotas, quizás fueron legítimamente engañados por Durán Barba y su pandilla de lanatas, lajes, fantinos y majules para votar un proyecto que está claramente en contra de sus intereses de clase, y ahora no se les hace fácil reconocer que fueron engañados (esto nunca es fácil)... ¿Alguien piensa que llamándolos idiotas tres veces por minuto estos ciudadanos van a analizar siquiera cambiar su voto? Porque si no queremos repartir los fusiles y hacer una revolución (yo por lo menos no quiero eso), la mejor forma para correr al gato es que parte de esta gente cambie su voto... y eso no se va a lograr refregándoles en la cara lo idiota que fueron. En un sentido distinto quizás, pero acá también haría falta un poco de empatía.

       Así que finalmente llegamos a un punto en común. Hace falta un poco de empatía con el otro y no tratarlo de idiota.
       Entonces, en lugar de internarse en la guerra de memes y de trolls en las redes sociales (o en discusiones en los asados) en la que cada bando trata de pelotudo, idiota, sin valores, autoritario, chorro, o lo que sea, al otro bando, más valdría tratar de empatizar un poco con el otro. Y eso es realmente difícil.

       Porque no es cuestión de empatizar con el que piensa más o menos como nosotros. Eso sería muy fácil. En realidad hay una escala de dificultad en el arte de empatizar, que varía con cada persona. En mi caso, por ejemplo, empatizo muy fácilmente con seguidores de Zamora, del FIT, o de la izquierda en general. Me cuesta más empatizar con los peronistas, ya sean K o no y con los radicales alfonsinistas. Y tengo que hacer un gran esfuerzo para intentar empatizar y ponerme en el lugar de un macrista no-garca, ese que fue un poco engañado y que creyó que iba a mejorar la república y que él no iba a perder nada, y que por ahí todavía hoy se cree parte de eso. Peor aún es intentar empatizar con la derecha patriótica, macrista o no.
      Hay por último algún lugar donde ninguna empatía es posible, en mi caso no podría empatizar con un genocida, pero no lo llamaría idiota, lo llamaría hijo de puta.

       Como consecuencia, salvando el último caso, si haciendo un esfuerzo dejamos de tratar de idiota al que piensa otra cosa, quizás, con algo de suerte, obtengamos algún tipo de reconocimiento. Por ejemplo, que alguien que votó al macrismo reconozca que le mintieron y que el tarifazo le rompió el culo, o que este gobierno cuando termine (y la justicia se les de vuelta) va a tener más o menos los mismos casos de corrupción que el anterior. O más sencillamente, que los garcas gobiernan para los garcas, que son el 2% de la población, y que el 98% restante suele pasar grandes penurias durante un gobierno garca como este.
      O que un kirchnerista reconozca que mentían las estadísticas, que de la sintonía fina en adelante las cosas ya no fueron bien, que no todo es culpa de Lanata o de Magnetto (alto garca), que hicieron todo lo posible para que a Scioli le vaya mal (y lo lograron) y que tomaron un montón de medidas de mala leche a último momento para complicar al gato (cosa que el gato aprovechó y todavía sigue con la pesada herencia).

       Así que con la cuestión de la empatía me aproveché y repartí (empatía, digamos) para los dos bandos. Empatizar no significa fingir estar de acuerdo, creo que eso está claro...
      Ya me veo venir la réplica, que los zurdos somos cinco y hay seis partidos, que hay que votar al menos malo, que el voto en blanco es caca y todo eso. Y aceptaré las críticas y las discutiré, mientras note que hay cierta empatía para conmigo (y sinmigo).

       Entonces... no me traten de idiota.

       La forma (a mi entender) de salir de esta grieta absurda es, a la corta, con un poco de empatía.
      Y a la larga, la forma de dejar de votar sistemáticamente a tipos (y tipas) que nos cagan es, por supuesto, con educación.

       Es todo.


       PD1: últimas noticias... el gobierno subió la tasa de interés al 855000% para que los garcas no compren dólares. En quince días seguramente volverá a subir el dólar. Además la revista garca Forbes aconseja a los inversores rajar de la Argentina... creo que en un par de meses va a hacer falta mucha empatía (y quizás un helicóptero)... y por si fuera poco volvió Cavallo...

      PD2: hagan click en las publicidades, compartan en las redes y comenten... detrás de mi fingida empatía está el intento (por supuesto) de dominar el mundo...


jueves, 29 de marzo de 2018

El mondial, pibe.. (o los diez mil ojos)




          No. Se equivocan. Lo de los diez mil ojos no tiene que ver con el mundial (creo que lo va a ver más gente) sino con que hace poco superé las cinco mil visitas. Algunos de esos ojos serán míos o de mi familia, habrá algún tuerto y algunos bots que buscan textos con las palabras bomba, Trump y anthrax en el mismo párrafo (guiño), o similares. A los demás, por supuesto, les doy las gracias por leer esta cosa que cada tanto escribo.


          Sí es cierto que esta es mi notita de obviedades acerca del mundial de fútbol... la mayoría de los blogueros que se precien van a escribir una...


          Por empezar, tengo que decir que no tengo nada contra el fútbol. No voy a caer en el exceso de Borges (de pie, por favor) y decir que son veintidos tipos corriendo una pelota o algo así. El fútbol es eso, pero también es más que eso...
          El fútbol es un lindo juego colectivo, sobre todo cuando es jugado. Yo ya estoy grandecito y no corro ni el colectivo, pero recuerdo con mucha alegría cuando jugaba (mal) al fútbol con mis amigos. No se si las miles de horas que me pasé viendo partidos en la cancha o por la tele me han reportado una alegría similar. Quizás en uno o dos momentos, no mucho más.


          Tenemos que desengañarnos. Hay que decir que cuando uno, sentado en su sillón, o en la cancha, mira un partido de fútbol, se enfervoriza, insulta, se amarga (estamos en la beee), o quizás muere de un paro cardíaco, no está haciendo absolutamente nada que tenga que ver con el fútbol. La única forma de hacer algo que tenga que ver con el fútbol es jugarlo... incluso los árbitros y los directores técnicos podrían decir que de algún modo juegan al fútbol... según como se mire podría ser... no juegan estrictamente pero son parte del deporte en su faceta profesional.
          Esto último puede ser discutible, pero lo que no puede negarse es que mirar, aplaudir, putear, amargarse, discutir, cargar a los amigos, alentar, cantar el hit del verano, agarrarse a piñas, robarse banderas, romper vidrieras de negocios, viajar en micros custodiados por tanques, enfrentarse con la policía o con otras hinchadas, o distribuir y vender drogas diversas, no es jugar al fútbol. Gran parte de muchos de los problemas que tenemos (la violencia en los estadios por ejemplo) perderían significado y entidad si esto se entendiera claramente.

          Insultar a Higuain, criticar el doble cinco de nuestra menesterosa selección o pedir la renuncia de Sampaoli no implica jugar al fútbol ni saber más de fútbol ni nada. Aunque el fútbol sea un deporte (un lindo deporte colectivo), en estas instancias solo se es espectador. Higuaín va a seguir errando goles, Mascherano y Biglia la van a seguir viendo pasar y Sampaoli va a seguir haciendo declaraciones idiotas (como después del 6 a 1 con España, por ejemplo).
          Somos espectadores de un espectáculo, de algo que guarda similitud con el fútbol que jugábamos con nuestros amigos cuando éramos chicos (o chicas, o chiques, para quedar bien con todos, más allá de que estadísticamente el fútbol sea mucho más practicado por los varones).
          El fútbol profesional implica un espectáculo deportivo. Y el espectáculo está bien armado. Hay relatores, opinadores, periodistas, representantes, entrenadores, psicólogos, expertos en seguridad, policías, políticos... todos tienen que hacer y todos cobran por lo que hacen.


          Es que hay algo que no dije. El fútbol, además de ser once contra once corriendo una pelota y de ser un lindo deporte colectivo para jugar con los amigos, también es el principal deporte (popular y cultural) de la Argentina, que da lugar al principal espectáculo deportivo de este país, que mueve millones (o billones) en lo económico, otorga prestigio político (macrigato no me olvido de vos, que así llegaste) y hasta cultural (un filósofo es Foucault, no Cappa o Menotti)...
          Es tan importante el fútbol que por un rato puede ocultar una dictadura genocida y 30000 desaparecidos... Por un rato y no para todos, pero puede hacerlo...


          Pequeño paréntesis: (Por supuesto, como no podría ser de otra manera, el deporte nacional de la Argentina es el pato... cosa de garcas, por supuesto. Gauchos con poncho tirando de un pato, o de una pelota de rugby con manijas. Jamás vi (vimos) un partido de pato, ni en vivo ni por la tele, y es el deporte nacional de mi país. Contradicciones, que le dicen...)


          Entonces, el fútbol puede ocultar por un rato una terrible dictadura (en el pasado), o puede hacer que la población sea menos crítica a una reforma laboral (en el futuro). Es un poder que tiene el fútbol pero no es un poder inherente al fútbol. Quizás es un poder inherente a algo más grande que el fútbol. Es el poder inherente al circo. Es el viejo pan y circo romano. El fútbol es nuestro circo (como en USA es el béisbol, el básquet y el fútbol americano). Nos saca de los problemas de todos los días y nos da algo de qué hablar por un rato. Y en el caso de los mundiales exalta además un patriotismo muy idiota.




          Bueno (me dirán), ¿pero esto está tan mal? Y la respuesta que se me ocurre es que no, no está tan mal mientras hablemos de esto solo por un rato (corto), no nos saque demasiado de los problemas, sobre todo de los serios y no nos anule como seres humanos políticos y pensantes. En cuanto al patriotismo idiota, a los ingleses hay que reclamarles (y quizás cortar relaciones diplomáticas) por el Aras San Juan, no festejarles el gol de Maradona.


          Solo somos espectadores de fútbol, en la cancha o por televisión. Es posible vivir bien y feliz e ignorar absolutamente todo sobre el fútbol o los mundiales. No estaría tan bien despreocuparnos o ignorar absolutamente todo sobre una reforma laboral, las paritarias, el cierre de escuelas o los aumentos de las tarifas, que posiblemente influyan más sobre nuestra felicidad que el 1-6 con España.
          Es más, gustosamente cambiaría quedarnos afuera en primera ronda o un 0-5 con Brasil a cambio de una baja de cinco puntos en la desocupación o la pobreza. Hay cuestiones que importan más que otras. El fútbol-espectáculo profesional televisado es un juego que yo no estoy jugando, que mueve millones, y ninguno de esos millones me toca a mí.


          Por eso siempre me tomo el fútbol con calma, y más los mundiales. Porque sé perfectamente que soy espectador y que nada de lo que pueda pasar en un mundial va a hacer que les paguen más a los docentes, por ejemplo. No creo que la gratificación simbólica por ganarle a Islandia equilibre un aumento de tarifas o que la policía siga matando gente (pobre, por supuesto). No me dan muchas ganas de decir “... chúpenla islandeses...”, es más, me gustaría vivir en Islandia... hace frío pero hay menos violencia y como docente cobraría dignamente, al menos.


          No se si tengo algún consejo que dar o algo que decir para cerrar esto. Obviamente, que todos recordemos durante el mundial nuestra condición de espectadores. Nada de lo que pase en el mundial cambiará objetivamente nuestras condiciones materiales de existencia. Como mucho el circo por un rato permitirá que el congreso de Macrigato apruebe leyes oprobiosas para los argentinos. Así que hay que estar atentos, no sea cosa que nos caguen una vez más..
          Y ya que estamos, en tren de aconsejar al pueblo argentino (el aconsejador me dicen) diría que traten (tratemos) de ser menos espectadores. No miremos fútbol, hagamos fútbol. Es más saludable y no hay que sufrir a Di María, por ejemplo. Y si como es mi caso, ya no podemos correr ni el colectivo, hagamos algo en lo que seamos protagonistas. En mi caso, escribo esta cosa, y juego al ajedrez y al go, entre otras actividades (prometo una notita sobre el ajedrez en un futuro). Cuando pierdo al ajedrez es culpa mía, no de Higuaín. Y cuando gano, me pongo contento porque fui yo el que gané, no Messi.



          En principio, es todo.


          PD1: soy hincha de Ferro y pongo la foto de un jugador (Gerónimo Cacho Saccardi) que me proporcionó alguno de los buenos momentos como espectador de fútbol, comparable a jugar con mis amigos. En cuanto a partidos, recuerdo el 3-0 en Ríver y un 5-4 a Rácing después de ir abajo 1-4 (no hice nada en ninguno de estos partidos, solo fui espectador, pero fue lindo de ver). También aclaro que tengo amigos de Vélez, que son buenas personas, aunque quizás un poco pechos fríos...
          PD2: lo de los diez mil ojos también lo vieron los de Adsense, así que si quieren comenten, compartan, síganme y todo eso... Y si no, por lo menos hagan click en las publicidades, que si junto un millón de clicks, me dan tres dólares o algo así... es re-cheto tener publicidades...
          PD3: Higuaín podría probar suerte jugando al pato, tendría que buscar jinete...
          PD4: ¡Hagan click en las malditas publicidades! Es una ORDEN.


miércoles, 7 de marzo de 2018

Encima drogados (está hablando del faaasooo).


      Una vez más, la cuestión docente se hace presente. Solo para mencionar los dos principales distritos, CABA y Pcia. de Buenos Aires, en los que los garcas Vidal y Larreta ya impusieron a los docentes aumentos salariales que es más que obvio que van a quedar por debajo de cualquier estimación honesta de la inflación.
      Eso sí, mientras tanto todos los hijos de puta dueños de la riqueza de este país compran dólares y hacen subir su precio cada vez que les da la gana. Es una especie de justicia poética, sería gracioso el hecho de que los están cagando sus propios amigos empresarios, sojeros (y bicicleteros en general), si no fuera por hecho de que casi todos los demás (el 99%) salimos perjudicados.



      Y volviendo a los docentes, otra vez las clases empezaron con paros y marcha. Y otra vez los docentes fuimos (con poquísimas excepciones), defenestrados por la mayoría de los medios.
      Ya escribí mucho sobre esto. Los majules se indignan, la hiena Vidal descuenta días, cierra cursos, escuelas, echa médicos y enfermeras (porque no solo es la educación), y supongo que maltratará a su perro. Es tristísimo que semejante lacra tenga chances de ser presidente para 2019. Habla de nosotros como país.
      De todos modos, quienes quieran leer mi opinión sobre la profesión docente, los paros y todo eso, pueden leer esto, esto, esto, o esto...

      Lo único que quisiera agregar en esta notita son algunas peculiaridades que no formaban parte hasta ahora del repertorio de acusaciones que se repiten año a año contra los docentes...

      Pero antes hagamos un flashback al 2017 para ver qué decían los fantinos el año pasado...



(flashback)
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... los docentes:
-Toman de rehenes a los chicos y provocan un perjuicio económico o molestias a los padres, que no tienen donde dejarlos. Los chicos “se dejan” en la escuela… además hay consenso político de los últimos gobiernos acerca de que los docentes trabajan cuatro horas, tienen trabajo estable y tres meses de vacaciones.
- Son vagos y no se capacitan, por eso nos va tan mal en matemática o lengua y estamos en el 4456° lugar en el mundo… los docentes deberían agradecer que se les paga algo, manga de vagos… y pobre de aquel niño que deba caer en la escuela pública… deberíamos copiar a los chilenos, a esos sí que les va bien…
- Por si fuera poco, faltan. Se les ocurre tener hijos, ascender o enfermarse. Abusan, se quedan sin voz o enloquecen a propósito, para seguir estafando al ciudadano que les paga el sueldo.
- Lo del salario oprobioso no es tan grave. Si quieren mejorar su sueldo pueden juntar más de un cargo (cinco por ejemplo, trabajando de madrugada) o tener otro sueldo en la familia. Las maestras que agradezcan que se les paga por hacer algo que les gusta y si quieren plata que se casen con un abogado.
- Además Baradel es barbudo, sucio, piojoso y viaja seguido (no voy a defender a Baradel, pero es obvio que solo representa a un sector de un gremio...).
- Es todo política, son todos kirchneristas, son destituyentes, y si alguno no lo es, que se joda por estar en malas compañías, como la mayoría de los 70000 o 150000 que fueron a las marchas. Y hubo uno que le dibujó un helicóptero a un guardapolvo, vean cómo son.

(fín del flashback)



      Todo el flashback vale para el 2018 también. Hay cosas que no cambian.
      Quizás este año no hubo guardapolvos con helicópteros dibujados pero a cambio se cantó el hit del verano:

       Mau – ri – cio – Macrilaputaqueteparióooo (estribillo repite eternamente  hasta que el gato se vaya o se muera)

      Sin embargo, el hit del verano no es algo sustancialmente nuevo. Incluso es mejor que la gente sublime su odio al gato en un cantito de cancha en lugar de salir a romper todo (que es algo que ahora parece lejano pero que fatalmente si esto sigue así sucederá).

      Por otra parte, sí hubieron este año dos argumentos anti-docentes sustancialmente nuevos, así que a la listita del flashback deberíamos agregarle dos ítems más (si quieren tres contando el hit del verano)

      Entonces, de este modo los docentes, además de todas las cosas esas que dice la listita del flashback:

      - No tienen título, dan clases sin saber, y encima después piden llegar a fín de mes.

      - Dan clases drogados, los aumentos que piden son para comprar de la buena.

      Los expertos comparan la educación en Argentina con la educación en Finlandia, pero yo no creo que las autoridades finlandesas insinúen que sus educadores se drogan. Eso pasa solo acá, es nuestro color local...

      En cuanto a que muchos docentes no dan clases con título docente, esto es así. Como nadie en su sano juicio quiere ser docente, resulta que faltan docentes, por ende es necesario recurrir a estudiantes del profesorado y a profesionales (no docentes) para suplir esta ausencia. La realidad es que si todos los que no tienen título se dedicaran a otra cosa habría que cerrar unas cuantas escuelas (yo creo que se dieron cuenta porque finalmente dieron una especie de marcha atrás, pero no se privaron de hacer la declaración estruendosa de que los docentes trabajan sin título). Quizás si los docentes tuvieran condiciones (entre ellas el salario) más favorables y no fueran sistemáticamente denostados por los majules y los lajes, los profesorados tendrían más alumnos y no habría tantos docentes sín título.

      También este año (no electoral) se usó un poco más la ingeniería. Además de la trampita habitual de que CABA y Pcia. De Buenos Aires no empiecen la clases exactamente el mismo día (para debilitar paros conjuntos), se aprovecha el reclamo legítimo de las mujeres para discutir la despenalización del aborto. Es muy sospechoso que esta discusión sea propugnada por un gobierno conservador y garca como el del gato. Parece ser que es mejor hablar de ciudadanos embriones que de la miseria que cobra un maestro por mes.
      Por las dudas aclaro, la discusión del aborto debe darse, y felicito a las organizaciones de mujeres por forzarla, pero la elección del momento de la discusión es obra de un gobierno maligno como este. 
      Espero que a Durán Barba le salgan hemorroides en las bolas.



      De todos modos bienvenida la discusión sobre el aborto, aunque creo que los amigos del ser imaginario (Superman) no van a ceder fácilmente. Hasta que no se modifique la Constitución, los tocachicos moralistas que nos dicen a todos cómo tenemos que vivir van a seguir teniendo peso...

Mientras tanto los docentes, hambreados y maltratados, volveremos a dar clases.
No falta mucho para que la única forma en que los docentes podamos dar clases sin enloquecer sea...


… fumándonos un buen porro...

Encima drogados.

Es todo.

PD: no tiene por qué ser un porro. Unos ricos brownies locos en las salas de maestros para los recreos también estaría bien.

martes, 13 de febrero de 2018

¿Querés ser policía? (Yo no)



           ¿Querés ser policía, querés ser policía, querés ser policía?... yo no...

           Así dice la canción de Todos tus muertos, grupo punk argentino ya un poco añejo.
           Otra canción, más o menos de la misma época pero del grupo punk 2 Minutos reza así: “Ya no sos igual... ya no sos igual... sos un vi-gi-lante de la Federal..."
           Hay otras, Pensé que se trataba de cieguitos del grupo Los Twist (es de los 80 y está más asociada a los grupos de tareas de la dictadura genocida) o Droop de LMF, mucho más actual (¡contra la pared!). Y hay más pero esta entrada no es de música...

          ¿A qué viene este arrebato antipolicial? Al caso Chocobar, por supuesto...

           Trato de explicarlo para un ecuatoriano o peruano (supongamos) que ya no entiende qué carajos pasa en Argentina:
           En Argentina hay hambre, necesidades básicas insatisfechas, desigualdad, marginalidad y narcotráfico. Ni vale la pena discutir si los pobres en Argentina son el 33% , el 30 % o el 28 %. Son muchos, y muchos de ellos son jóvenes y chicos. Y en su mayoría (ver las númerosas entradas sobre la cuestión educativa y docente en este mismo blog) van a seguir así, porque no tienen una buena formación y no tienen futuro. Porque las políticas que ejecutan los gobiernos que votamos tienen consecuencias (malas casi siempre)...

          Dentro de este contexto de hambre, marginalidad y miseria, algunos se la aguantan y se mueren sin protestar, otros resisten y tratan de lucharla... y entre estos últimos algunos (una minoría) se dedican al delito (sin juzgar demasiado por lo menos una mala elección, sería mejor ir a la escuela). Robos, hurtos, homicidios, narcotráfico pueblan las calles, y la mayoría son llevados a cabo por jóvenes y niños... los pibes chorros que les dicen. No hay día en que un par de estos casos no salgan en las noticias que nos proporcionan los medios cómplices. Hasta acá no escribí nada que un ecuatoriano no pueda entender.

          Y un buen día nos enteramos que un grupo de delincuentes acuchilló a un turista norteamericano para robarle su cámara fotográfica. El turista estuvo internado un buen tiempo en el hospital y zafó de milagro... bueno, no de milagro, zafó gracias a la pericia de los médicos que lo atendieron... pero se entiende lo que quise escribir... Y en el evento, un pibe del grupo de los asaltantes murió. Juan Pablo Kukoc se llamaba. El policía, el asesino que lo mató, se llama Luis Chocobar...

           Para resumir, hubo un intento de robo, un turista fue herido gravemente, y en la persecución de los delincuentes uno de ellos fue muerto por un policía de civil (Chocobar) que estaba cerca del lugar del hecho. Kukoc no fue el que hirió con arma blanca al turista, solo se limitaba a escapar. Y en el video se ve claramente que le dispararon por la espalda, es decir, no representaba ya ninguna amenaza (la cámara fotográfica motivo del robo había sido recuperada en la fuga).

          No soy abogado pero es claro que no es legítima defensa, Juan Pablo no era amenaza para nadie, y dispararle por la espalda no fue un medio proporcional a la agresión. El policía, si hubiera querido hacer algo, debió haberlo corrido e detenido (por otra parte, si hubiera que dispararle por la espalda a cada ladrón el gobierno quedaría acéfalo).
           Esto también lo entiende un ecuatoriano, un peruano o un yanqui. En efecto, hay excesos policiales en todos los países y todos tienen reglamentado qué se considera legítima defensa o un accionar policial válido. Lo que cabría esperar dado el hecho es una investigación judicial y una posible condena (y sanción) al policía, quizás con atenuantes por la situación... pero es evidente que el policía se excedió. Hace poco, con Prefectura como protagonista, se mató a un manifestante por la espalda en Neuquén.

           Y acá viene lo que sólo sucede en Argentina. Nuestro presidente Macri (gato) y la ministra de seguridad Termidor Bullrich no solo se inmiscuyen con el poder judicial y opinan sobre el juez o sobre el procesamiento de Chocobar... además invitan al policía a la casa de gobierno, lo felicitan y dicen que es un héroe...
           Esto en la ley y el orden o CSI no pasa... tampoco pasa en Ecuador, Uruguay o Perú (por nombrar algunos países)...

           Las consecuencias serán funestas. A partir de ahora cualquier policía al que le parezca que hubo un delito, no va a dudar en dispararle por la espalda a quien sea. Sin juicio, sin jurado, sin nada. Cambiamos. Hay gatillo fácil para todos (y todas).

           Es así. El poder ejecutivo autoriza a sus fuerzas de seguridad a violar la ley. Salgo a caminar, paso cerca de un robo, me asusto, salgo corriendo y un policía que pasaba por ahí me dispara... y quizás se gana una invitación del Gato y la calificación de héroe.

           No soy el primero que escribe sobre este tema,(el link es a una nota con opiniones de Myriam Bregman en Página12) que ya fue analizado por abogados, periodistas, políticos, organismos de derechos humanos, entre otros.

           - ¿Es una invitación a matar?
           - ¿Es pena de muerte encubierta?
           - ¿Desprestigia a la justicia?
           - ¿Se habilita la violencia de todos contra todos?

           Cada uno tendrá sus respuestas (afirmativa en todos los casos para mí) pero yo me hago un par de preguntas más.
           Por ejemplo... ¿Qué formación reciben los policías que hace que se les ocurra pegarle un tiro por la espalda a un tipo que corre (por más que haya robado)? Recientemente en La Rioja, en una escuela de policía, murió un cadete que fue “bailado” por sus superiores hasta reventar con 40 grados de temperatura. Bailar no es danzar, es ser gritado y humillado por un tipo con gorra mientras se realizan flexiones, abdominales o lagartijas a buena velocidad... y con 40 grados, el pobre pibe se murió... pero si no se hubiera muerto ¿Qué tipo de habilidad o conocimiento hubiera adquirido con ese baile?
           En el capitalismo desigual y salvaje en que vivimos la policía es necesaria al menos para que una horda de pobres e indigentes no mate, cocine y se coma a los ricos... pero en paises como el nuestro parece que además fuera requisito ser bruto, corrupto y no dudar nunca de las órdenes, aunque esta sea pegarle a los jubilados en una marcha. Es que se necesitan policías y nadie quiere (bueno, ahora con la desocupación supongo que habrá más que quieran). Los carreras son cada vez más cortas, menos formativas y así las calles se van poblando de policías que a los seis meses reciben un arma con poca capacitación...



           Esto me lleva a la pregunta final... ¿Qué pasa por la cabeza de un tipo (o tipa) que quiere ser policía?
           Aunque evitan la desocupación, cobran muy poco si no son corruptos, la gente pobre los odia o los evita, los obligan a pegarle a abuelos, obreros, docentes o médicos (y lo hacen sin dudar), y por ahí los matan en la calle (esos me parecen más héroes y no Chocobar, un gordito que disparó por no correr y porque era fácil).
           La vocación de servicio o el amor a la patria (vaya a saber uno qué es la patria) no justifican esto de ninguna manera. Quizás sea un tema psicológico, quizás sean violentos que necesitan del amparo de la ley para ejercer su sadismo. No lo sé. Una de las tantas cosas que no soy es psicólogo.

           Lo que sí sé es que aunque viviera mil vidas, creo que en ninguna elegiría ser policía. Es más, tengo cierta aprehensión, pena o lástima (no sé), cuando me entero que una persona que conozco es policía. No pienso que sea un héroe. Lo trato más como si sufriera alguna enfermedad contagiosa...

           Y mientras lo saludo, o charlo con él (o ella) de temas triviales, qué dura está la calle y frases así, una musiquita suena en el fondo de mi mente...

… ya no soooos igual, ya no sooos igual, sos un vi gi lante de la feeederaal … sos buchón, sos buchón...

           Es todo (documentos por favor).

           PD: Por un lado, supongo que habrá policías buenos, y quisiera pensar que son la mayoría... aunque no es lo que se ve o lo que parece. Por otro lado, escuchen los temas que me tomé el trabajo de linkear, y si pueden comenten.



viernes, 26 de enero de 2018

Otra vez arroz.


           Hace ya más de un año que escribo estas notas, más o menos una por mes, así que además de soplar la velita, van dos metacomentarios, uno desde la producción de las entradas y otro desde los reconocimientos de mis lectores.
            El primero de ellos se refiere a que cuando cuando inicié estas publicaciones, pensé que no había (en principio) ningún límite en lo temático para escribir más que el que me impone mi buena conciencia. Así, mi proyecto inicial contemplaba notas de educación, política, sindicalismo, publicidad, ateísmo, fútbol, feminismo, vegetarianismo, veganismo, ajedrez, go, inteligencia artificial, defensa del consumidor, filosofía... casi sobre todo. Y realmente se puede (puedo) escribir sobre casi todo eso. Sin embargo, hay temas sobre los cuales me sale más escribir (educación, política, sindicalismo y ateísmo) y otros con los que por ahora no me animo tanto. Prometo en un futuro intentar...

           En este contexto, va el segundo metacomentario, el que da cuenta de los reconocimientos. En este sentido, los sufridos lectores que leen mis notas dan preferencia a aquellas que están relacionadas con la docencia, tanto en número de lecturas como en los comentarios escritos (pocos) y orales que me hacen. En menor medida son leídos los artículos políticos. De las cinco entradas más leídas tres son sobre docencia (uno dos y tres), una es sobre ateísmo y una (recién en quinto lugar) es sobre cuestiones políticas.

           Así que si hubiera que congeniar los temas con los que me siento más cómodo escribiendo con los que son más leídos y comentados, este blog debería estar mayormente referido a la educación con algún arrebato ateo cada tanto.

           De todos modos, las entradas de educación y docencia no están desligadas de la cuestión política. Congeniemos, entonces...



          Alguno dirá que estamos en enero, en vacaciones (en mi casa pero vacaciones al fin) y es muy temprano para empezar a discutir y cuestionar... dicho de otro modo, a romper las pelotas. Y el argumento sería atendible si no fuera porque el vago que tenemos de presidente (que sí se va de vacaciones bastantes días al año) firmó en enero un DNU (decreto de necesidad y urgencia) que altera la paritaria nacional docente.
           Y la altera sobre todo en dos cuestiones. La primera, se le quita a CTERA representación en la paritaria, es decir, la representación deja de ser proporcional al número de afiliados y pasa a ser de un representante por sindicato (esto perjudica a CTERA que es la principal agrupación de docentes del país). Por si fuera poco, limita la paritaria nacional a temas no salariales y establece el salario básico docente a un 20% más que el salario mínimo vital y móvil. Lo que sea por encima de ese valor (miserable) debe negociarse por provincia y no ya en la paritaria nacional.

           Es claro que más allá de que a los ojos inexpertos el decreto parece claramente inconstitucional (modifica la Ley de financiamiento educativo, una ley que establece que el salario mínimo docente se negocia en paritaria y un decreto no puede modificar una ley) y de los reclamos ya iniciados ante la OIT, los dos puntos principales del decreto perjudican a los docentes, en especial a los de las provincias desfavorecidas (Formosa, Chaco, y Jujuy por nombrar algunas). Estas provincias están jodidas. En general los docentes están (estamos) jodidos pero los de estas provincias lo están en un grado mayor.

           Entonces, sin ser adivinos ya podemos decir que los gremios docentes van a negociar separadamente (por provincia) y seguramente a nivel nacional comenzaremos con marchas y paros, con el maltrato y bardeo clásico a los docentes de los distintos medios y opinadores, muchas fotos de Baradel comiendo tallarines y viejas enojadas porque esto con los militares no pasaba...
           Al mismo tiempo, a nivel provincial, las provincias irán arreglando una a una, a la baja con la inflación (quizás con la excepción de San Luis). Habrá paros y marchas, esta vez provinciales, y las clases comenzarán, unos días después en CABA o en provncia de Buenos Aires, o unos meses después, en Formosa o Santa Cruz (todo esto lo adivino, en mayo veremos si acerté o no).

           Los discursos se repetirán. Nos dirán que los chicos no tienen la culpa, amenazarán con descontar, sancionar o con poner a dar clases a los gendarmes, insistirán con que la docencia es un servicio vocacional, que un docente que se precie trabaja por amor y no necesita comer, que si lo que quieren es ganar bien que trabajen de otra cosa, que los docentes son todos K (esto en particular es mentira, muchísimos docentes votaron a Macri (gato) y ahora se quieren cortar las bolas), que no están capacitados, y hasta quizás nos apaleen, nos tiren gases o maten a alguno en alguna marcha...

           Repito una vez más (van varias). Macri (gato) podrá ser un vago en su trabajo de presidente, pero eso no quita que, junto con el hato de ladrones que lo acompañan, sean garcas, y por lo tanto, hagan las cosas que habitualmente hacen los garcas. En el caso de la educación, menoscabarla, denigrarla y en un futuro no muy lejano destruirla. Un pueblo educado es peligroso para los garcas.

           No se les puede pedir a los garcas que no sean garcas, ser garca es su razón de ser. Es muy claro que en estos últimos dos años a casi nadie le fue bien... excepto a los garcas. Por eso no hay que votar garcas. Y la forma de no votar garcas es siendo un pueblo informado, que no se deja engañar y manipular por grietas mediáticas. Y que puede ver lo bueno y lo malo de cada gobierno, tomar postura y sacar conclusiones sin arruinar los asados o cagarse a tiros. Sin realismo mágico. Con racionalidad y educación...

           Por eso un pueblo educado es peligroso para un gobierno garca (con muy pocas cosas buenas) y por eso en consecuencia es lógico intentar destruir la educación...


                                                       --------------------------------------

           Los razonamientos se repiten y se empiezan a volver cíclicos, esto ocurre porque el problema de la educación en Argentina es cíclico... pasan años, décadas y gobiernos, y siempre discutimos lo mismo...

           Sólo hay una forma de cerrar este artículo que reflexiona sobre lo cíclico... y es con el título...



Otra vez arroz.


PD: el que no comenta es un garca...



miércoles, 27 de diciembre de 2017

Violencia es mentir


     Pasó un buen tiempo (3 meses) y finalmente decidí volver a escribir. Para ser honestos, estuve un poco desmotivado y ni ganas tenía de sentarme ante el teclado.

     Y en este tiempo de silencio, la verdad es que pasaron cosas... 

     Por ejemplo, apareció el cuerpo de Santiago Maldonado, que según las pericias se ahogó, aunque nadie explica cómo se ahogó, por qué no se descubrió el cuerpo antes (si es que siempre estuvo ahí y no fue plantado) y cuál fue el papel y la responsabilidad de gendarmería en este ahogamiento.
También balearon a Rafael Nahuel, un joven mapuche que era tan peligroso y asustó tanto a los gendarmes que en defensa propia le dispararon por la espalda...
     Es claro que en ninguno de los dos casos la justicia tiene apuro, así que por años no se va a saber nada y habrá funcionarios que dirán que estamos en democracia, que hay división de poderes y que hay que esperar que se expida la justicia.
     Otro hecho que sucedió en este tiempo que tampoco se va a resolver es el hundimiento del ARA San Juan. Pobres las 44 familias, que probablemente jamás sepan lo que pasó. Eso sí, kas y emes se acusan mutuamente de corrupción y la marina se desentiende mientras llora lágrimas de cocodrilo.

     Finalmente, en las legislativas ganó el macrismo (seguramente fue esto lo que me hizo mandar todo al carajo por un rato y dejar de escribir). Durán Barba, la fanática religiosa y alguna desinteligencia de la oposición lograron lo que un voto racional que evaluara la gestión objetivamente no permitiría (o haría muy poco probable)... que el gobierno de los garcas hijos de puta aumente su número de senadores y diputados.

     Esto ya lo escribí varias veces de modos más o menos sutiles, pero cuando (por las razones que sean) la ciudadanía vota garcas hijos de puta, es casi lógico que tarde o temprano nos caguen... son garcas, se juntan entre ellos, hacen cosas de garca ¿Qué otra cosa cabría esperar que no sea que nos caguen?

     Así, pasó lo que tenía que pasar. En un marco de déficit fiscal, para ahorrar cien mil millones de pesos, en lugar de subirle impuestos a los que pueden, o no condonar tanta deuda a los amigos, se decide obtener este dinero quitándolo de los haberes de los jubilados. Con acuerdo de los gobernadores, y obediencia debida de los garcas diputados y senadores, que son mayoría.

     Y se armó bardo en la calle. En la primera sesión de diputados (suspendida) los gendarmes reprimieron a manifestantes violentos, manifestantes tranquilos, periodistas, políticos y gente que pasaba por ahí. En la segunda sesión le toca el turno a los policías, casi tan brutos como los gendarmes.
     Por supuesto del otro lado había una mezcla de cincuenta militantes de izquierda e infiltrados que tiraban piedras y acaparaban las cámaras mientras a unos metros más de cien mil tipos se manifestaban y reclamaban en paz.
     Hubo heridos por ambas partes y la ley que les roba a los jubilados salió...

     Lo que quizás motive este artículo es la campaña “antiviolencia” de los principales medios del país.
     Se llenan la boca hablando de democracia, de que el pueblo no delibera ni gobierna, que hay que respetar el resultado de las urnas y que la violencia es siempre inaceptable.
     La primera objeción es a ese siempre. Basta con ver un poco la historia para darse cuenta que a veces las situaciones se resuelven con la violencia. Diciembre de 2001 es un ejemplo triste de la historia argentina reciente...
     Por otra parte, es claro que la violencia no es deseable en una democracia, pero la realidad es que a veces acontece. En las últimas marchas acontece a causa principalmente de un grupo de iluminados con infiltrados y una policía (gendarmería) bruta, mal capacitada, mal dirigida e inepta para este tipo de situaciones. Es milagroso que no haya habido muertos...
     De todos modos, acuerdo con condenar la violencia de los piedrazos o de los gases indiscriminados, según el caso.

     Ahora, lo que los medios no analizan demasiado es la causa de la violencia (o del descontento que a veces lleva a la violencia). Porque, como cantan los redondos, violencia es mentir.

     Intercalo una frase célebre del pasado, mientras toco madera y me agarro un testículo...

          "Si hubiera dicho lo que iba a hacer no me votaba nadie" (Carlos Saúl Menem)

     Es exactamente lo que pasó ahora. En campaña electoral, no solo no dijeron nada sino que expresamente se negó que se fuera a hacer algún tipo de reforma...

     La gente (el pueblo me gusta más) fue engañada y estafada en su voto. En ese contexto, los resultados de las urnas (con el dicurso de que el pueblo nunca se equivoca y todo el chamuyo), y la democracia representativa pierden significado, y por lo tanto no es tan descabellado que los ciudadanos se pongan nerviosos, se organicen, reclamen, y que dentro de este reclamo de cien mil ciudadanos nerviosos haya cincuenta o cien que deciden resolver la cuestión a los piedrazos.
     Los diputados y senadores finalmente son nuestros empleados, son los que deberían representar fielmente el mandato de los ciudadanos, si esto no sucede, si se traiciona al pueblo, es lógico que haya problemas (bardo).

     Es difícil. El sistema político argentino no prevee este tipo de traiciones. Los grandes medios dirían que hay que apegarse a la legalidad y castigar con el voto dentro de dos años. Lo cierto es que mientras tanto lo que opera es la verdad de la ventanilla (o del cajero) y los jubilados cobrarán menos... y los docentes... y habrá despidos... y aumentos (del transporte para empezar)... y pobreza, indigencia, desocupación y desigualdad, como algunas de las consecuencias lógicas.

     Y en algún momento quizás haya quilombo. Quilombo que nadie quiere, aunque se lo hayan buscado ellos (los garcas hijos de puta que nos gobiernan).

     No se si tengo alguna propuesta para terminar esta nota con algo de esperanza... más allá de la propuesta por la negativa de no votar garcas hijos de puta la próxima vez (no olvidemos los nombres de los que votaron darle menos plata a los abuelos). Quizás una propuesta más positiva para estos dos años feos que vienen sería no delegar tanto, organizarse, participar más...

     Y seguir peticionando, exigiendo, marchando, protestando, no hay mucho más...

     Yo trataré de hacer todo eso, y además no desanimarme y seguir escribiendo.


     Es todo.


     PD: ni el mundial lo salva a macri (gato).

lunes, 18 de septiembre de 2017

Libertad de cátedra (o gendarmes con caras de malo).



       En estos días, a causa de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, asistimos a un interesante debate sobre qué pueden y qué no pueden decir los docentes en clase. La libertad de cátedra, que le dicen...
      Por supuesto, ya aparece el primer problema, hay ochocientas interpretaciones acerca de qué es y cuál es el alcance de la libertad de cátedra... Como siempre, yo no se cuál es la definición correcta, pero puedo plantear algunos ejemplos, para descartar los casos extremos, al menos.

       Así, imaginemos que un docente de biología decida suscribir al creacionismo, o peor aún, a que la vida inteligente en nuestro planeta fue moldeada por extraterrestres. ¿Podría ese docente ampararse en la libertad de cátedra? Entiendo que no y que una protesta de los padres (o de la sociedad en general) sería legítima en ese sentido. Y si hubiera algún padre que adhiriera a estas teorías y exigiera que la escuela las explique, habría que explicarle al padre que en la escuela se enseñan las teorías científicas, que el creacionismo o la vida extraterrestre no son teorías científicas aceptadas y por lo tanto no pueden formar parte de los contenidos de la educación pública. Este caso es sencillo (más allá de lo que sucede con el creacionismo en USA). 

      Más en general, la libertad de cátedra está contemplada para el enfoque que el docente quiera darle a la clase, no apaña al docente para explicar astrología y enseñar a hacer una carta natal, para dar otro ejemplo.
Pero, se puede argüir que los ejemplos dados pertenecen al campo de las ciencias naturales. Es cierto. Cuando se trata de las ciencias sociales, en particular la política, la historia o el tema de los derechos humanos la cosa se complica. De todos modos, los ejemplos sirven para indicar que en la educación pública (de gestión estatal o privada) se imparten ciertos conocimientos significativos y no otros. Hay programas, contenidos y diseños curriculares que dicen qué se enseña y qué no se enseña en la escuela pública en este momento de la historia. No todo vale por tener libertad de cátedra. Y es posible pasarse de rosca.




       Es indudable, al menos para mí, que la desaparición forzada de Santiago Maldonado no puede quedar afuera de las aulas. Hay hechos que conmocionan y atraviesan a toda la sociedad. Para dar otro ejemplo, soy docente de matemática y sé positivamente que si Argentina gana el Mundial 2018 en la semana siguiente de ese hecho no voy a poder dar clase …
      No parece que esto vaya a pasar, lo que sí pasó es que desapareció Santiago Maldonado. Y como el hecho de su desaparición nos conmociona y nos atraviesa, es obvio que en las aulas se va a hablar del tema. Haya o no haya instructivo de CTERA con actividades (a mi juicio no demasiado feliz)...
       Por supuesto, en el país de la grieta, algunos se van de rosca. Es comprensible el enojo que provoca ver dibujos de chicos muy chiquitos que muestran gendarmes malos y Santiagos buenos (más allá de que mi opinión es que Gendarmería es la responsable del hecho). Sobre todo si la actividad fue forzada por el docente (obviamente los medios cómplices parecen mostrar que todos los docentes hacemos eso).
       Desde el otro lado, directivos y comunicados que prohiben hablar del tema, amenazando con sanciones en base a reglamentos, estatutos y diseños, que en algún lugar del texto prohiben el partidismo político o religioso en las aulas. Y en otros lugares promueven el desarrollo integral del alumno, la adquisición de saberes significativos, la inserción en el mundo laboral y la participación en la vida ciudadana. Esto no es una contradicción en tiempos normales. Yo no querría como padre que a mi hijo le enseñen religión (aunque viva en Salta) o lo convenzan de hacerse trotskista... ese tipo de iniciativas no deberían partir de la escuela y está bien. Y sí quiero que le enseñen a quejarse, a votar, a respetar las decisiones de la mayoría, a ser un consumidor exigente y responsable, o a participar de un centro de estudiantes (y llegado el caso, tomar la escuela)... una cosa no quita la otra.

       Ahora, en tiempos anormales como el actual, de grieta, sí hay contradicción y con un desaparecido actual no es posible prohibir nada en base a reglamentos escritos para tiempos más normales. Docentes, alumnos y directivos van a hablar de Santiago Maldonado en las aulas, guste o no.
No es correcto forzar a chicos de tercer grado a dibujar gendarmes malos o explicarles que Macri es un gato y la Bullrich accionista de Termidor... pero ¿Qué pasa si la demanda surge de los chicos de tercer grado? ¿Qué hacemos si los chicos, que viven en este país y ven los noticieros, nos preguntan qué pasó con Santiago? ¿No contestamos? ¿Les decimos que se lo expliquen en la casa? ¿Le mostramos el reglamento? ¿Y con chicos más grandes? ¿Es correcto (aunque no lo demanden específicamente) que no se hable del tema a adolescentes que en algunos casos ya pueden votar?

       Son muchas preguntas, y como la mayoría de las veces, no tienen tespuesta, al menos no una respuesta única.
      A mi modesto saber y entender, la libertad de cátedra no puede coartarse en estos casos. Aún para profesores de contabilidad o de educación física, el hecho nos atraviesa y nos conmociona a todos. Y si alguno se pasa de rosca y quiere que la salita de tres incendie un destacamento de Gendarmería, será cuestión de tratar con ese caso particular, no establecer prohibiciones generales que no pueden cumplirse. Lo mismo vale si un director quiere sumariar a un maestro por hablar del tema de un modo correcto y respetuoso de la opinión ajena...en esta ocasión el caso particular es el del director...

       Pero para que esto suceda y se respete la opinión ajena debería empezar a zanjarse la grieta. Y la grieta conviene. Es un Boca-Ríver, y con la próxima elección en ciernes, le conviene a ambas partes... a Macri(gato) y a Cris(yegua, puta y montonera según su última entrevista). Se hacen los ofendidos pero les conviene... y a los que adhieren a uno o a otro y discuten en los asados, también les conviene, porque les evita pensar. Y pensar es difícil. Escribir esta notita que no muchos leerán y a algunos no les gustará me llevó unos cuántos días. Hubiera sido más fácil comprar alguno de los dos paquetes enteros y cerrados, sin pensar.

       Y mientras tanto, ahí está la familia del pobre Santiago, esperando una justicia que quizás no llegue, mientras dicen que se perdió, que está en Entre Ríos, o últimamente que se ahogó. O gendarmes que dicen que tiraron una piedra o dispararon al aire... después de haber declarado que ningún gendarme estuvo a menos de 40 metros de Santiago.

       No quiero que nenes chiquitos dibujen gendarmes con cara de malo, pero sí quiero saber dónde está Santiago Maldonado, qué pasó con él, cómo murió si estuviera muerto (espero que no) y quiénes son los responsables de esta situación... y si mis alumnos preguntan, no voy a esquivar el tema, de hecho no lo hice.
       Y un mes y medio después, deberíamos exigir revisar los procedimientos, las declaraciones, al juez, a la fiscal... solo para ver si todo estuvo bien hecho (risas)...
       Finalmente podríamos exigir las renuncias que correspondan (la ebria y el jefe de los gendarmes por lo menos). Y si se hacen los boludos, marchar, protestar, y por supuesto, castigarlos con el voto (lo que en personas pensantes no agrietadas, no significa votar a Cris). Como ya escribí, el voto no vale casi nada, pero es una de las pocas veces que nos tienen que escuchar...

       Lo que es seguro es que los docentes no somos responsables de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, por más que los medios cómplices intenten cambiar el eje de la cuestión. Y tenemos libertad de cátedra si no nos pasamos de rosca. Por lo tanto, como el tema atraviesa y conmociona a la mayoría de los argentinos, es nuestra obligación como docentes tratar el tema en las aulas. Con respeto por la diversidad de opiniones pero planteando el tema claramente. Tanto para el profesor de política como el de matemática o el de biología. O para el maestro de primaria. Porque la desaparición de Santiago Maldonado nos afecta a todos y afecta a la calidad de la democracia de este agrietado país. Hay una Argentina sin Santiago Maldonado (y Julio López) desaparecidos y otra con dos desaparecidos en democracia. Lamentablemente estamos en la segunda opción...

       Siempre trato de terminar mis artículos con una gracia o un chiste, pero me parece que esta vez no hay forma.

       Es todo.