viernes, 27 de enero de 2017

Tres publicidades.



          

            
Desde que me recibí de Licenciado en Ciencias de la Comunicación (comunicólogo para los amigos, título inútil si los hay), familiares, amigos y conocidos insisten en que escriba algo que tenga que ver con la comunicación o con los medios.
            Bueno, no lo voy a hacer. Lleva tiempo, plata y ganas escribir algo seriamente. Pero si quieren se los cambio por una breve reflexión sobre tres publicidades (televisivas) que por diversas razones me hartaron.
            Obviamente mi hartazgo no es un concepto semiótico, es más, esto no pretende ser un estudio semiótico ni nada parecido (por supuesto si alguna empresa quiere pagarme por un análisis semiótico no hay problema, pero estas líneas no lo son).
            El hartazgo, en este caso, no se da solamente por la repetición de las publicidades, todas las campañas publicitarias repiten todo lo que pueden, el hartazgo, o enojo en algún caso es también porque en cada una de las publicidades se “desliza” alguna idea que quizás no me gusta…

            Empecemos:

1-     Para vos que sos una rata:

Chan – Chi – To… cortá, cortá que me partís al medio…


La carita de la nena sacando la lengüita, el cerdito alcancía que transpira, todo el deseo de comer helado y la racionalidad de comerse un Danette congelado. Ya me imagino al garca de Macri comprando dos kilos en Danette para la reunión de gabinete, o a Mirtha Legrand sirviéndole Danette helado a los invitados...
No señores, voy a tener que desengañarlos, un Dannette helado no es como un helado de heladería, y un jugo Tang congelado no es un helado de agua. Basta con ese anuncio de mierda que nos trata como ratones.
Siguiente.

2-     Mamá jodida:

Mi promesa es que no soy tu amiga, soy tu mamá…


Esta es más bien de cable, no se ve tanto en los canales de aire. Una “madre exigente” que controla a su hija en la ropa, los horarios, discute con ella, pero la cuida (porque usa Raid, entre otras cosas). Lo que me disgusta en este caso, es la sumisión de la nena ante la actitud autoritaria y dominante de la madre (de hecho los encuadres de la madre son de abajo hacia arriba y los de la adolescente de arriba hacia abajo, para reforzar). También me disgusta la asepsia de los ambientes, limpios y aburridos, parecen personas que nunca dejarían algo tirado o se tirarían un pedo. Finalmente, me molesta el internacionalismo, tanto la nena como la madre son gringas (o vaya a saber de dónde), imagino el mismo aviso en Colombia, Suecia o Túnez solo con la voz en off en otro idioma (de hecho el link es al aviso para Brasil, el aviso en castellano no está).
El desengaño en este caso es que se puede controlar a una adolescente, lo único que se me ocurre es echarle Raid en la comida sin matarla así se tranquiliza…
Último.

3-     Abusemos de Los Beatles.


En este caso no es tanto el anuncio en sí, es contra el concepto: todos hicimos algo de todo eso que se muestra, todos nos identificamos con algún pasaje (y los que no lo hicieron al menos lo entienden, les hubiera gustado ir de vacaciones y sacar la lengua con cara de opa y mostrar la sardina), en cierto modo el anuncio trata de anclar nuestras historias de vida a lo realmente importante… tener Claro como compañía de celular.
Es que las compañías de celulares, que ganan plata a lo tonto y viven de la estafa y el choreo, la única forma que tienen de que alguien recuerde su marca sin una puteada a continuación, es apelar a los Beatles y a las historias de vida y recuerdos de la infancia, en este caso. El desengaño es obvio, por más anuncios lindos que hagan las compañías de celulares son un hato de ladrones.

Y dejo acá. Espero no haber aburrido, y si lo leen, escriban algo, no sean ortivas…
Es todo.



martes, 3 de enero de 2017

Cerrando notas

        
            Macri se puso ocho...



            Bien, dado que soy un pobre docente en enero y no me voy, ni tengo la más remota chance de irme de vacaciones a ningún lado, como hace ya cinco años; voy a aprovechar este resentimiento post-fiestas para hacer un pequeño resumen de este primer año de Macri y ver si yo también le pongo un ocho… 
            No, no me lo creo ni yo, alumno Macri tiene un cuatro y el último gobierno de Cris un tres. La ventaja que tiene ese tres es que ya no puede empeorar, en cambio el cuatro de acá al 2019 puede bajar. Así que los kirchneristas no se quejen, quizás finalmente el gobierno actual resulte ser peor.

            No hubo gobiernos de ocho desde que volvió la democracia… los viejos hablan de Illa, y leyendo parece que fue una buena presidencia, pero con el peronismo proscripto me parece que no cuenta (además no terminó). El primer gobierno de Perón tampoco cuenta por su evidente autoritarismo, más allá de las conquistas sociales que reconozco. De todos modos son la prehistoria, no viví ninguno de los dos gobiernos.
            Así que presidencias de ocho, a mi modesto (y resentido) juicio, no hay. ¿Habrá años de ocho?

            Seamos buenos y condescendientes y digamos alguno (de los que viví y experimenté). Ocho para los primeros dos años de Alfonsín, cuando todavía la economía no había colapsado y los peronistas estaban tranquilos, y ocho para los dos primeros años de Néstor, cuando llamaba al diálogo y todavía había ilusiones y no grietas… y no se afanaba visiblemente, claro…

            Dos ochos siendo tolerantes. Ningún ocho más. Ninguno.

            Pero este no es un análisis de los últimos treinta años, pretende ser un punteo del 2016. Punteo subjetivo (no hay otra posibilidad) en el que voy a indicar la medida de gobierno o el área de gestión, y entre paréntesis la evaluación, buena o mala. Empecemos:

            Salida del cepo (era insostenible, bien)
            Regularización del INDEC (bien, ya no somos Alemania, pero está bien)
            Arreglo con los buitres (coherente con un gobierno garca, no se si estoy de acuerdo pero digamos que bien por la coherencia).
            Privilegios a mineras, sojeras, economías regionales (no se, regular, se verá, aún no se tradujo en nada para el 95 por ciento de la población no beneficiada)
            Educación (mal, sueldos y condiciones miserables, ver artículo anterior o ingresar un rato a cualquier escuela pública de Moreno, por decir algún lugar, para confirmarlo)
            Salud (mal, en este caso se puede visitar el Posadas, el Carrillo, o levantarse a las tres de la mañana para sacar turno de algo en el Santojanni, por ejemplo). En los dos últimos ejemplos rescato a docentes y personal de la salud, obviamente no es su responsabilidad.
            Pobreza (ahora se mide, se ha sincerado… mal, manga de garcas, mal, mantienen los planes para que no haya bardo y nada más)
            Tarifas, ganancias, nombramiento de jueces (pobichitos, están aprendiendo, no saben el procedimiento… mal).
            Seguridad, narcotráfico (dependen de la pobreza, pero mal, no hay prevención, los policías cada vez son más corruptos y están peor formados… es lógico, así como el Bullrich sobrio es contador y no sabe de educación, la piba no sabe de seguridad).
            Trabajo digno, vivienda (no saben qué es eso, y por las dudas, los que estaban antes tampoco).
            Medios públicos (mejoraron, pero era imposible no mejorar, regular).
            Ciencia y Tecnología (mal, por supuesto, para los CEOS es un gasto supérfluo).
            Impuestos (a los giles el IVA, claro, mal, ni los doscientos pesos del débito nos dejan).
            Corrupción (no se, habrá que esperar al próximo gobierno para enterarnos cuánto están afanando ahora).
            Justicia (otro ítem que no puede empeorar… regular)
           

Y paro acá. No menciono la gestión de Bergman en medio ambiente porque no tengo ni idea de qué podría estar haciendo Bergman en medio ambiente. Tampoco escribo sobre el fútbol (gasto que sí es superfluo, aunque no lo es la promoción de los deportes en general). Y la iglesia mierdosa y reaccionaria (con Bergoglio incluido) la dejo para otro artículo…
Por si fuera poco este año hay elecciones. Yo no me presento a nada (la política es para los que tienen plata y tiempo y yo no tengo ninguno de los dos), y siempre termino votando a algún partido que saca el cinco por ciento (con suerte), para burla de mis familiares, conocidos y amigos. Pero sí se algo. No se puede esperar nada bueno en un país en el que se votan candidatos reconocidamente chorros o garcas. De ahora o de antes. Y ya van varias veces que pasa.



Como dijo el Sr. Burns… me quedo con mi cinco por ciento.

Es todo.


PD: Sean buenos y comenten...