Macri se puso ocho...
Bien, dado que soy un pobre docente en enero y no me voy, ni tengo la más
remota chance de irme de vacaciones a ningún lado, como hace ya cinco años; voy a aprovechar
este resentimiento post-fiestas para hacer un pequeño resumen de este primer
año de Macri y ver si yo también le pongo un ocho…
No, no me lo creo ni yo, alumno Macri tiene un cuatro y el
último gobierno de Cris un tres. La ventaja que tiene ese tres es que ya no
puede empeorar, en cambio el cuatro de acá al 2019 puede bajar. Así que los kirchneristas
no se quejen, quizás finalmente el gobierno actual resulte ser peor.
No hubo
gobiernos de ocho desde que volvió la democracia… los viejos hablan de Illa, y
leyendo parece que fue una buena presidencia, pero con el peronismo proscripto
me parece que no cuenta (además no terminó). El primer gobierno de Perón tampoco cuenta por su evidente autoritarismo, más allá de las conquistas sociales que reconozco. De todos modos son la prehistoria, no viví ninguno de los dos gobiernos.
Así que presidencias de ocho, a mi modesto (y
resentido) juicio, no hay. ¿Habrá años de ocho?
Seamos
buenos y condescendientes y digamos alguno (de los que viví y experimenté). Ocho para los primeros dos años de Alfonsín, cuando
todavía la economía no había colapsado y los peronistas estaban tranquilos, y
ocho para los dos primeros años de Néstor, cuando llamaba al diálogo y todavía
había ilusiones y no grietas… y no se afanaba visiblemente, claro…
Dos ochos
siendo tolerantes. Ningún ocho más. Ninguno.
Pero este no es un análisis de los
últimos treinta años, pretende ser un punteo del 2016. Punteo subjetivo (no hay
otra posibilidad) en el que voy a indicar la medida de gobierno o el área de gestión, y entre
paréntesis la evaluación, buena o mala. Empecemos:
Salida del
cepo (era insostenible, bien)
Regularización
del INDEC (bien, ya no somos Alemania, pero está bien)
Arreglo con
los buitres (coherente con un gobierno garca, no se si estoy de acuerdo pero
digamos que bien por la coherencia).
Privilegios
a mineras, sojeras, economías regionales (no se, regular, se verá, aún no se
tradujo en nada para el 95 por ciento de la población no beneficiada)
Educación
(mal, sueldos y condiciones miserables, ver artículo anterior o ingresar un
rato a cualquier escuela pública de Moreno, por decir algún lugar, para
confirmarlo)
Salud (mal,
en este caso se puede visitar el Posadas, el Carrillo, o levantarse a las tres
de la mañana para sacar turno de algo en el Santojanni, por ejemplo). En los
dos últimos ejemplos rescato a docentes y personal de la salud, obviamente no
es su responsabilidad.
Pobreza (ahora
se mide, se ha sincerado… mal, manga de garcas, mal, mantienen los planes para
que no haya bardo y nada más)
Tarifas,
ganancias, nombramiento de jueces (pobichitos, están aprendiendo, no saben el
procedimiento… mal).
Seguridad,
narcotráfico (dependen de la pobreza, pero mal, no hay prevención, los policías
cada vez son más corruptos y están peor formados… es lógico, así como el Bullrich
sobrio es contador y no sabe de educación, la piba no sabe de seguridad).
Trabajo
digno, vivienda (no saben qué es eso, y por las dudas, los que estaban antes
tampoco).
Medios públicos
(mejoraron, pero era imposible no mejorar, regular).
Ciencia y
Tecnología (mal, por supuesto, para los CEOS es un gasto supérfluo).
Impuestos
(a los giles el IVA, claro, mal, ni los doscientos pesos del débito nos dejan).
Corrupción
(no se, habrá que esperar al próximo gobierno para enterarnos cuánto están
afanando ahora).
Justicia
(otro ítem que no puede empeorar… regular)
Y paro acá. No menciono la
gestión de Bergman en medio ambiente porque no tengo ni idea de qué podría
estar haciendo Bergman en medio ambiente. Tampoco escribo sobre el fútbol
(gasto que sí es superfluo, aunque no lo es la promoción de los deportes en general).
Y la iglesia mierdosa y reaccionaria (con Bergoglio incluido) la dejo para otro
artículo…
Por si fuera poco este año hay
elecciones. Yo no me presento a nada (la política es para los que tienen plata
y tiempo y yo no tengo ninguno de los dos), y siempre termino votando a algún
partido que saca el cinco por ciento (con suerte), para burla de mis
familiares, conocidos y amigos. Pero sí se algo. No se puede esperar nada bueno
en un país en el que se votan candidatos reconocidamente chorros o garcas. De
ahora o de antes. Y ya van varias veces que pasa.
Como dijo el Sr. Burns… me quedo
con mi cinco por ciento.
Es todo.
PD: Sean buenos y comenten...