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domingo, 28 de abril de 2019

Ahora son amigos (casi todos ganan)

          Era de esperarse... Finalmente Vidal (la hiena) arregló con el Suteba de Baradel. 

          Es que las elecciones se acercan y ya no está tan bueno que Baradel, que quiere ser diputado, siga convocando paros a los que los docentes, hambreados y ninguneados, ya les cuesta adherirse (en este caso no hablo de los carneros sino de los que legítimamente no llegarían a fín de mes con los descuentos). Así que para Baradel está bien que el conflicto se cierre de algún modo (en lo personal espero que sea electo diputado así no lo tenemos que sufrir más).

          Por otro lado, Vidal quiere ser gobernadora (si el gato no se baja o renuncia), y como la miseria salarial de los docentes se nota y no falta mucho para encontrar docentes en los comedores y ollas populares, ya no está tan bueno ser agresiva, altanera y despectiva con los docentes, como lo fue durante estos tres últimos años. Es necesario, por lo tanto, conceder todas las demandas, para que puedan pasar los dos meses luego de los cuales dicen que la gente se olvida de todo, y en julio (pongamos) volver a llenarse la boca con la educación y decir con lágrimas en los ojos que un docente no debería ganar menos de 100 lucas.

          Así que en este juego ya a nadie le convenía jugar, en consecuencia, la mejor opción para los dos era retirarse y no seguir jugando, más que en el discurso. Y discursivamente ambos se pronuncian como ganadores. Baradel sostiene que se consiguieron todos los puntos propuestos y Vidal pide perdón y se muestra feliz de haber alcanzado un acuerdo, porque la educación siempre fue prioridad...

          Entonces el conflicto por ahora terminó, aunque haya sido por razones electorales todos ganaron... salvo los docentes, por supuesto.







          Los docentes, en el mejor de los casos, recuperarán un poco de su magro salario cuando lleguen los aumentos (con el cobro de mayo, o quizás el de junio), y hasta podría ser que recuperen algún día de los descontados. Mientras tanto, la inflación seguirá al cuatro por ciento mensual y las cláusulas gatillo llegarán siempre tarde. Y el dólar llegará a los 70 mangos. Estamos perdidos. Lo de las ollas populares con docentes no es joda... 

          En lo simbólico, ya fuimos ampliamente maltratados, ninguneados, criticados y denostados, por Vidal, por Larreta, por Macri y por los medios, con Carnota, Majul y Feinman a la cabeza (se nota que Vidal puso guita en América)... no hay ningún perdón que alcance (al menos para mí)

          Pero hay solución. No tanto para esta vez, que ya nos cagaron, sino para la próxima.

          La solución, claro está, es no olvidarse. Ni a los dos meses ni nunca. Este año se vota, y está más que claro que estos garcas eficientes nos recontracagaron. A los docentes y a todos, pero hoy me centro en los docentes. Ningún docente debería volver a votar esta mierda. Los que le tengan mucho rencor a Cristina (o simplemente no conpartan el pensamiento de Cristina), voten al FIT, a Zamora (como yo en CABA), a Massa, a Lavagna, a Scioli, a Felipe Solá, al que quieran... no vuelvan a permitir que el odio los haga votar de nuevo a esta caterva de ladrones garcas... no se dejen engañar, no hay solo dos candidatos, va a haber un montón para elegir además de esos dos... piensen y elijan...

          Por último, dado que mis últimos artículos exacerbaron los ánimos (sobre todo de los carneros indignados) les recomiendo releer el de la empatía que ya tiene un año pero para estas épocas viene bien.

          Nos vemos en algún comedor popular, plato de polenta de por medio.


          Es todo.


          PD: obviamente, no considero que quienes concurren a ollas y comedores sean menos que nadie, aunque sí considere que estos lugares no deberían existir en un país productor de alimentos como el nuestro...



viernes, 11 de enero de 2019

Paro docente (reflexiones para docentes carneros).

           Pasaron varios meses desde lo último que escribí. Temas hubo, tiempo no... además cuando escribo sobre actualidad o política me pongo agrio y mucho no lo disfruto.
            Prometo entonces, escribir más seguido y en la medida que este país lo permita (por ahora no lo permite), con un temperamento más alegre.

           Sobre la problemática salarial docente, ya escribí mucho. Pongo algunos enlaces (uno, dos, tres, por ejemplo) para no fatigar ni repetir razonamientos. 
        Resumidamente, a los docentes históricamente nos pagan poco, por muchos motivos. Muchos consideran que la docencia no puede estar bien paga ya que se trata de un trabajo vocacional, no profesional, que cualquiera con vocación que sepa leer, escribir y las tablas de multiplicar podría hacer. Por eso la tendencia es cerrar los profesorados, traer docentes del exterior (venezolanos, por ejemplo), poner voluntarios al frente de alumnos, y en algún futuro, no descarto gendarmes dando clases de ESI o de matemática (munidos con táser por supuesto). No se les ocurre (menos a estos garcas neoliberales) jerarquizar la profesión pagándoles mejor a los tipitos (y tipitas) que dan (damos) clase. Pero de esto ya escribí.
            Por supuesto, esta problemática docente hace que los docentes debamos negociar, y llegado el caso, tomar medidas de fuerza... como los paros.

            Así llegamos al tema, el paro docente. Es un buen momento para reflexionar sobre el tema, ya que no hay paros cercanos y se evitan las chicanas y acaloramientos entre docentes. Porque este escrito está dirigido sobre todo a mis colegas docentes. Más específicamente, está dirigido a mis colegas docentes carneros (no escribo CARNEROS porque dicen que es equivalente a gritar pero quizás la mayúscula sea procedente).

           Alguna consideración previa: puedo convenir que no todas las convocatorias a movilizaciones o paros son igual de importantes (si bien sí son justas). Desde que soy docente (año 86) hubo un montón de paros y algunos no los hice (no muchos). A veces, pocas veces, no me convencen o no puedo permitirme descuentos.
           Ahora, es claro que en el 2018 que pasamos bajo el gobierno garca de Macri (gato), el salario docente perdió no menos del 15 % (siendo generoso) de su poder adquisitivo. No haría falta convencernos de nada, es evidente que parar está justificado. Y en cuanto a los descuentos, muchas veces son aplicados indiscriminadamente, haya el docente hecho paro o no. Podría respetar alguna situación extrema, pero el hecho es que muchos docentes deciden no hacer paro y no padecen ninguna situación extrema. Deciden ser carneros. Aunque debiliten a sus compañeros que paran, aunque por ahí le descuenten igual...



           Acá empieza mi problema. Otros gremios, como metalúrgicos, taxistas o camioneros tienen formas más claras de tratar con los carneros. No hablo de violencia física (que a veces también hay), pero hay una clara condena simbólica de los trabajadores para con el carnero. Con los docentes no es así.
            Es que es difícil condenar, aunque solo sea de palabra, a compañeros docentes que trabajan en el día a día con uno y que quizás uno valora, respeta y aprecia.
          Aún así, me animo a preguntarles a veces por qué no hacen los paros. Las respuestas parecen graciosas pero son tristes... paso a detallar, aunque quizás no esté registrado algún caso (es mi experiencia, por lo tanto es limitada):

    • La que pone cara de republicana y dice “... cada uno hace lo que su conciencia le dicta...”. Es decir, su conciencia es poco solidaria y le dicta cagar a sus compañeros. Además es vaga de pensamiento y no quiere discutir.
    • “Qué culpa tienen los chicos, hágamos otra cosa”. Jamás propone qué otra cosa hacer, y por lo general los chicos pierden más días de clase por falta de agua, luz, gas, o porque las escuelas se caen a pedazos que por los paros. Cuando a los chicos y a las familias se les explica, entienden. Y con los paros también aprenden que ser solidarios y organizarse es mejor que ser individualistas y serviles.
    • “Si me descuentan mucho no me voy de vacaciones”. Garca asumida, ni da para contestarle. Por lo general es segundo sueldo y los votó.
    • “La yegua tal cosa... Baradel tal cosa...”. Sí, está bien, yo no soy votante de Cristina y a Baradel no lo quiero ni de compañero de colectivo, pero es claro que a este tipo de carnero la grieta le impide pensar sus condiciones objetivas. El paro es porque la hiena (o larrata) nos paga mierda y cada vez con nuestro sueldo compramos objetivamente menos comida. La próxima tratá de votar mejor, ya que estamos.
    • “Hay que trabajar más, no menos, porque a estos tipos es lo que les molesta”. Estoy de acuerdo que a estos garcas gobernantes les molesta la educación, el cierre de profesorados y nocturnas en CABA es prueba de eso. Ahora, usar eso para debilitar una medida colectiva con una postura individual es de garca o de boludo. O de hipócrita, que lo que realmente quiere es que no le descuenten.
    • “Soy apolítico, y los paros son políticos” Este es boludo de verdad. Y probablemente los votó.
    • “En Finlandia no hacen paro”. Sí, pelotudo, porque en Finlandia pagan bien, valoran la educación y los finlandeses no votan garcas.
    • “Con los paros nunca se llegó a nada”. Mentira, a veces sí. Ahora, cuando los paros tienen muchos carneros, se hace más difícil una negociación exitosa (sobre todo bajo este gobierno garca).

            Deben faltar casos, pero no quiero inventar, las de más arriba son respuestas que realmente escuché...
              Quizás por estas respuestas (y otras como estas) los docentes merecemos lo que nos pasa. No se si listarlas tiene alguna utilidad excepto que los carneros se den cuenta que si bien parece que no pasa nada, o que no decimos nada, los demás nos damos cuenta... No hace falta violencia física, patoteo o dejar de hablar o saludar a nadie. Pero sepan que nos damos cuenta.

            Para terminar, si a alguno molesté con esta clasificación y se siente incluído en alguno de los ejemplos, jódase. Pagué dos lucas por cada mes que haya hecho paro para tener derecho y poder escribir esto. Paré y fui a varias marchas para mejorar mis condiciones salariales y laborales... y también las de ustedes, carneros, que fueron a trabajar (sin alumnos a veces).

           Y a los que quiero, valoro y respeto, y decidieron ser carneros, traten de no hacerlo más. Tienen todo el 2019 para redimirse. Hagan los malditos paros, no sean carneros. Y voten mejor.

            Es todo.




           PD: comenten, circulen y háganme famoso en las redes...



viernes, 26 de enero de 2018

Otra vez arroz.


           Hace ya más de un año que escribo estas notas, más o menos una por mes, así que además de soplar la velita, van dos metacomentarios, uno desde la producción de las entradas y otro desde los reconocimientos de mis lectores.
            El primero de ellos se refiere a que cuando cuando inicié estas publicaciones, pensé que no había (en principio) ningún límite en lo temático para escribir más que el que me impone mi buena conciencia. Así, mi proyecto inicial contemplaba notas de educación, política, sindicalismo, publicidad, ateísmo, fútbol, feminismo, vegetarianismo, veganismo, ajedrez, go, inteligencia artificial, defensa del consumidor, filosofía... casi sobre todo. Y realmente se puede (puedo) escribir sobre casi todo eso. Sin embargo, hay temas sobre los cuales me sale más escribir (educación, política, sindicalismo y ateísmo) y otros con los que por ahora no me animo tanto. Prometo en un futuro intentar...

           En este contexto, va el segundo metacomentario, el que da cuenta de los reconocimientos. En este sentido, los sufridos lectores que leen mis notas dan preferencia a aquellas que están relacionadas con la docencia, tanto en número de lecturas como en los comentarios escritos (pocos) y orales que me hacen. En menor medida son leídos los artículos políticos. De las cinco entradas más leídas tres son sobre docencia (uno dos y tres), una es sobre ateísmo y una (recién en quinto lugar) es sobre cuestiones políticas.

           Así que si hubiera que congeniar los temas con los que me siento más cómodo escribiendo con los que son más leídos y comentados, este blog debería estar mayormente referido a la educación con algún arrebato ateo cada tanto.

           De todos modos, las entradas de educación y docencia no están desligadas de la cuestión política. Congeniemos, entonces...



          Alguno dirá que estamos en enero, en vacaciones (en mi casa pero vacaciones al fin) y es muy temprano para empezar a discutir y cuestionar... dicho de otro modo, a romper las pelotas. Y el argumento sería atendible si no fuera porque el vago que tenemos de presidente (que sí se va de vacaciones bastantes días al año) firmó en enero un DNU (decreto de necesidad y urgencia) que altera la paritaria nacional docente.
           Y la altera sobre todo en dos cuestiones. La primera, se le quita a CTERA representación en la paritaria, es decir, la representación deja de ser proporcional al número de afiliados y pasa a ser de un representante por sindicato (esto perjudica a CTERA que es la principal agrupación de docentes del país). Por si fuera poco, limita la paritaria nacional a temas no salariales y establece el salario básico docente a un 20% más que el salario mínimo vital y móvil. Lo que sea por encima de ese valor (miserable) debe negociarse por provincia y no ya en la paritaria nacional.

           Es claro que más allá de que a los ojos inexpertos el decreto parece claramente inconstitucional (modifica la Ley de financiamiento educativo, una ley que establece que el salario mínimo docente se negocia en paritaria y un decreto no puede modificar una ley) y de los reclamos ya iniciados ante la OIT, los dos puntos principales del decreto perjudican a los docentes, en especial a los de las provincias desfavorecidas (Formosa, Chaco, y Jujuy por nombrar algunas). Estas provincias están jodidas. En general los docentes están (estamos) jodidos pero los de estas provincias lo están en un grado mayor.

           Entonces, sin ser adivinos ya podemos decir que los gremios docentes van a negociar separadamente (por provincia) y seguramente a nivel nacional comenzaremos con marchas y paros, con el maltrato y bardeo clásico a los docentes de los distintos medios y opinadores, muchas fotos de Baradel comiendo tallarines y viejas enojadas porque esto con los militares no pasaba...
           Al mismo tiempo, a nivel provincial, las provincias irán arreglando una a una, a la baja con la inflación (quizás con la excepción de San Luis). Habrá paros y marchas, esta vez provinciales, y las clases comenzarán, unos días después en CABA o en provncia de Buenos Aires, o unos meses después, en Formosa o Santa Cruz (todo esto lo adivino, en mayo veremos si acerté o no).

           Los discursos se repetirán. Nos dirán que los chicos no tienen la culpa, amenazarán con descontar, sancionar o con poner a dar clases a los gendarmes, insistirán con que la docencia es un servicio vocacional, que un docente que se precie trabaja por amor y no necesita comer, que si lo que quieren es ganar bien que trabajen de otra cosa, que los docentes son todos K (esto en particular es mentira, muchísimos docentes votaron a Macri (gato) y ahora se quieren cortar las bolas), que no están capacitados, y hasta quizás nos apaleen, nos tiren gases o maten a alguno en alguna marcha...

           Repito una vez más (van varias). Macri (gato) podrá ser un vago en su trabajo de presidente, pero eso no quita que, junto con el hato de ladrones que lo acompañan, sean garcas, y por lo tanto, hagan las cosas que habitualmente hacen los garcas. En el caso de la educación, menoscabarla, denigrarla y en un futuro no muy lejano destruirla. Un pueblo educado es peligroso para los garcas.

           No se les puede pedir a los garcas que no sean garcas, ser garca es su razón de ser. Es muy claro que en estos últimos dos años a casi nadie le fue bien... excepto a los garcas. Por eso no hay que votar garcas. Y la forma de no votar garcas es siendo un pueblo informado, que no se deja engañar y manipular por grietas mediáticas. Y que puede ver lo bueno y lo malo de cada gobierno, tomar postura y sacar conclusiones sin arruinar los asados o cagarse a tiros. Sin realismo mágico. Con racionalidad y educación...

           Por eso un pueblo educado es peligroso para un gobierno garca (con muy pocas cosas buenas) y por eso en consecuencia es lógico intentar destruir la educación...


                                                       --------------------------------------

           Los razonamientos se repiten y se empiezan a volver cíclicos, esto ocurre porque el problema de la educación en Argentina es cíclico... pasan años, décadas y gobiernos, y siempre discutimos lo mismo...

           Sólo hay una forma de cerrar este artículo que reflexiona sobre lo cíclico... y es con el título...



Otra vez arroz.


PD: el que no comenta es un garca...



sábado, 17 de junio de 2017

Todo por mil pesos (o la persistencia de la vocación).



TODO POR MIL PESOS...



Mil pesos. Un par de meses, no todos. Es todo lo que los salarios docentes aumentaron desde julio de 2016, a cuenta de una futura paritaria. Eso sí, los chicos están en las aulas, recibiendo clases de maestros y profesores maltratados y hambreados.
Es que nos quieren escarmentar. Cómo es posible que esta gente pretenda comprar los mismos kilos de papas que hace un año... es que son todos K, seguramente, y además, toman a los chicos de rehenes...
Por si fuera poco Baradel (lamentablemente) mantuvo la conducción del principal, aunque minoritario (Suteba afilia al 40 % de los docentes, más o menos), sindicato de la provincia. Hay enemigo, gordo y barbudo, a quien pegarle es bastante fácil. 

Los medios ignoran la cuestión o ponen el centro en los paros, hace rato que ya no intentan averiguar cuánto gana un docente hoy. Lloriquean por los derechos de los chicos pero se hacen los boludos con el hecho de que un docente gana hace un año diez lucas por cargo (con máxima antigüedad de veinticinco años un poco más, trece pongamos). La gran mayoría de los periodistas silencian el tema excepto, por supuesto, cuando hay un paro. Eso sí, hablan y debaten sobre inseguridad como si la política educativa no tuviera nada que ver con el tema...
Por las dudas, seamos claros. La gestión anterior (Scioli) también fue un desastre, pero al menos hacían como que les importaba. A los actuales (Vidal) claramente les importa muy poco, es más, los focus group de Durán Barba aconsejarán no hablar de los salarios y sí hacer hincapié en los pobres chicos, en las inasistencias o en la pinta de roñoso que tiene Baradel.
Y mientras el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, nuestros sueldos se vuelven indignos, y aumentan la luz, el gas, el agua, los alimentos... bastante más que mil pesos.
Además, como los garcas en estas cosas son solidarios y se ponen de acuerdo muy rápido, el hecho de que no se aumente nada (mil pesos es nada, es una burla) en provincia de Buenos Aires, implica que el garca Larreta aumente un diez por ciento por decreto en Capital (que claramente tiene los recursos para llegar a un acuerdo sin problemas). Llegamos entonces a la pregunta...

¿Qué hacemos?

La respuesta no es fácil, porque todo lo que se plantea va claramente en contra de lo que está pasando. Un observador cándido podría argumentar que habría que aumentar los sueldos docentes, equipararlos al 2016, y lentamente subirlos en relación a otras profesiones, para que ser docente sea una opción válida y que no convenga ser camionero, por ejemplo. En este momento la situación se sostiene porque muchos docentes son segundos sueldos (hay alguna cuestión de género aquí, pero no es tema de este artículo), no son los que paran la olla, entonces se dejan forrear un poco más... de todos modos, dado el empobrecimiento general de la población estos casos ya no son tan frecuentes. Por supuesto que esta jerarquización salarial de la profesión docente no implica que no se revise el abuso de licencias (si lo hubiere) o se cambien los programas de los profesorados, si realmente ese fuese el problema... pero primero, antes, previamente, hay que pagarles mejor a los tipitos (y tipitas) que dan clase.
A un tipito o tipita que da clase toda la semana y le pagás diez lucas (diez mil pesos, seiscientos cincuenta dólares redondeando para arriba) no tenés autoridad moral para exigirle NADA. Si tenés la suerte de que el tipito no se considere tanto un profesional de la educación y sí se considere un sacerdote de la vocación que ha oído el llamado, por ahí sigue trabajando con ganas un rato más... si no es así el tipito va a adoptar distintos modos de resistir... porque los paros, así como los estamos haciendo, no sirven de mucho.
Así, algunos tipitos (y tipitas) ya se dedican a otra cosa, o son docentes en Capital, o dan clases particulares, o se van a la escuela privada, o toman dos cargos (y en algunos casos tres), o tratan de ganar lo que debería ganar un profesor siendo director, en algunos casos abusan de las licencias, en otros el maltrato social constante (no solo de los padres que los golpean, también de los medios) los enferma de verdad. Y el sistema persiste y va empeorando de a poquito. Los profesores recibidos dan paso a los estudiantes de los profesorados, a los ingenieros, abogados, y próximamente a los gendarmes y los boy-scout. Por supuesto una consecuencia de esto es chicos que dejan la escuela, aprenden menos, están más tiempo en la calle, y aumenta la inseguridad, entre otros efectos…
La verdad es que si hoy tuviera que decidir si estudio un profesorado... ni en pedo lo hago. Los profesorados vacíos son muestra de esto.
En lo personal, voy a tratar de irme de algunas horas (las de provincia), pero dada la poca chance de trabajo para un tipito que se acerca a los cincuenta, lo veo difícil...
Pero desde ya le digo a cualquiera que lea esto que si me ofrece un trabajo de doce a dieciséis horas semanales por más de quince mil pesos que reemplace las once lucas que cobro por doce horas de enseñar matemáticas a hijos de otros... seguro lo pienso, y si tiene que ver con escribir o con la comunicación (finalmente, también soy comunicólogo), probablemente acepte.
Y como me gusta dar lástima, y la luz, el gas y los impuestos suben, voy a manguear guita por este medio además. Aprovechando que ahora pasar el CBU de mi cuenta sueldo es mucho más fácil, lo pongo más abajo esperando ansiosamente que un mecenas (árabe quizás) me saque de la docencia, al menos en provincia.

TOLDO.PISO.JAGUAR

Por favor, los amigos no... sólo mecenas anónimos, en lo posible no relacionados con Báez, Odebretch o el narcotráfico, que no quiero terminar preso...
Estaba por poner que es joda y cerrar el artículo, pero uno nunca pierde la esperanza de ir al cajero y sorprenderse con una donación anónima... una donación de, por ejemplo... mil pesos.

TODO POR MIL PESOS


Es todo.

viernes, 31 de marzo de 2017

Sin solución (dos veces).




            El conflicto docente no tiene solución. Ni en el plano material ni en el simbólico. Lo material es simple, casi tonto. Los docentes de la Provincia de Buenos Aires (también los de CABA, y los de casi todas las provincias, pero tomo provincia de Buenos Aires, que es la que más docentes tiene) piden un 35% de aumento, 25 % por la inflación de este año y 10% para recuperar lo perdido en el 2016. El gobierno ofrece 19 % en tres cuotas y una escasa suma fija.

            Nadie cede un ápice en sus posiciones, los docentes porque quieren volver a las gloriosas épocas de la gestión Scioli y recuperar el poder de compra de su sueldo que ya era miserable. El gobierno, porque hay orden de Macri (gato) de no dar más del 18 o 19 % para forzar a la inflación a bajar. Si la gente (todos, no solo docentes), tiene menos plata en el bolsillo, los precios deberían bajar o no subir tanto…

            Es un poco ingenuo el plan. En un país en que no se regula nada, con estado ausente, corrupto o mafioso, manda la ley de la selva, son todos garcas, los precios suben igual, y lo que termina sucediendo es que la gente gasta menos, no gasta o no come, según el caso. Hay docentes que no llegan a fin de mes.

Además, si se les concede a los docentes mantener el poder de compra de su triste salario, después los policías, los enfermeros, los metalúrgicos, los taxistas, más en general la chusma, va a querer un aumento similar…

 En resumen, el reclamo es justo, solo que por razones macroeconómicas no le van a dar pelota.

            ¿Cómo hacer para no darle pelota a un reclamo justo y pedalearla? (pedalearla es un verbo bien Pro).

            Lo logran (intentan lograrlo) instalando y exacerbando el conflicto simbólico. Si un trabajador (de la educación) tiene que protestar por su sueldo misérrimo, lo natural es hacer paro. Hay otras posibilidades, como protestas o marchas, pero ante un gobierno inflexible, el paro termina siendo la opción más utilizada…

            Y así comienza el ataque. De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… de los Clarines, Américas, Nueves y Telefés, casi todos… porque incluso quienes defienden a los docentes (C5N, quizás Crónica y no muchos más) no resisten el archivo de sus propias opiniones cuando el paro se lo hacían a Scioli.

            De este modo los docentes:
             -Toman de rehenes a los chicos y provocan un perjuicio económico o molestias a los padres, que no tienen donde dejarlos. Los chicos “se dejan” en la escuela… además hay consenso político de los últimos gobiernos acerca de que los docentes trabajan cuatro horas, tienen trabajo estable y tres meses de vacaciones.
            - Son vagos y no se capacitan, por eso nos va tan mal en matemática o lengua y estamos en el 4456° lugar en el mundo… los docentes deberían agradecer que se les paga algo, manga de vagos… y pobre de aquel niño que deba caer en la escuela pública… deberíamos copiar a los chilenos, a esos sí que les va bien…
            - Por si fuera poco, faltan. Se les ocurre tener hijos, ascender o enfermarse. Abusan, se quedan sin voz o enloquecen a propósito, para seguir estafando al ciudadano que les paga el sueldo.
            - Lo del salario oprobioso no es tan grave. Si quieren mejorar su sueldo pueden juntar más de un cargo (cinco por ejemplo, trabajando de madrugada) o tener otro sueldo en la familia. Las maestras que agradezcan que se les paga por hacer algo que les gusta y si quieren plata que se casen con un abogado.
            - Además Baradel es barbudo, sucio, piojoso y viaja seguido (no voy a defender a Baradel, pero es obvio que solo representa a un sector de un gremio, y hasta mayo).
- Es todo política, son todos kirchneristas, son destituyentes, y si alguno no lo es, que se joda por estar en malas compañías, como la mayoría de los 70000 o 150000 que fueron a las marchas. Y hubo uno que le dibujó un helicóptero a un guardapolvo, vean cómo son.

            Y así siguen. Enlodan y menoscaban una profesión que cada vez menos eligen y que es esencial para que un país crezca. Lloran como cocodrilos cada vez que están en campaña, dicen que los maestros deberían ganar cuarenta lucas, y después se vuelven responsables y ofrecen sueldos promedio de quince. Porque la culpa, todos lo sabemos, es de otro.  
           

            Quizás lo material se resuelva. Mi ánimo de izquierda me dice que esto se resuelve con hambre, goma, balazos y muertes, pero sinceramente espero que no sea así. Los paros son muy seguidos, la hiena Vidal amenaza con descuentos y propone bonos pro – carneros, la adhesión decrece, pero ya no se llega ni al veinticinco del mes. La rata Larreta sigue a la hiena, y aunque podría resolver su conflicto (tiene recursos) no lo hace por solidaridad, o simplemente porque es garca. El garca mayor, Macri (gato) se escandaliza y le pregunta a Durán Barba qué hacer… por empezar podría saber cuánto gana un jubilado, digo yo…

            Pero si lo material se resuelve, todavía queda lo otro, lo simbólico. En estos meses, (y seguirá pasando cada vez que pidamos algo) a los docentes nos han insultado, menoscabado, ninguneado, bardeado, despreciado, y muchas cosas (malas) terminadas en ado.
            Y de eso no se vuelve.
            El sueldo podrá mejorar, no con Macri (gato), por cierto, pero los docentes tenemos memoria, no nos olvidamos. O por lo menos yo no me olvido.

            De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… ni de los Clarines, los Telefés, los Nueves o los Américas… de todos los que boquearon…

            Porque de los hijos de puta no hay que olvidarse.

            Y solo me queda pedir disculpas porque no encontré el modo de incluir a Esteban Bullrich (el Bullrich sobrio) en esta nota. Creo que es ministro de educación o algo así y es un garca, pero quién en este gobierno no lo es…

            Es todo.