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sábado, 17 de junio de 2017

Todo por mil pesos (o la persistencia de la vocación).



TODO POR MIL PESOS...



Mil pesos. Un par de meses, no todos. Es todo lo que los salarios docentes aumentaron desde julio de 2016, a cuenta de una futura paritaria. Eso sí, los chicos están en las aulas, recibiendo clases de maestros y profesores maltratados y hambreados.
Es que nos quieren escarmentar. Cómo es posible que esta gente pretenda comprar los mismos kilos de papas que hace un año... es que son todos K, seguramente, y además, toman a los chicos de rehenes...
Por si fuera poco Baradel (lamentablemente) mantuvo la conducción del principal, aunque minoritario (Suteba afilia al 40 % de los docentes, más o menos), sindicato de la provincia. Hay enemigo, gordo y barbudo, a quien pegarle es bastante fácil. 

Los medios ignoran la cuestión o ponen el centro en los paros, hace rato que ya no intentan averiguar cuánto gana un docente hoy. Lloriquean por los derechos de los chicos pero se hacen los boludos con el hecho de que un docente gana hace un año diez lucas por cargo (con máxima antigüedad de veinticinco años un poco más, trece pongamos). La gran mayoría de los periodistas silencian el tema excepto, por supuesto, cuando hay un paro. Eso sí, hablan y debaten sobre inseguridad como si la política educativa no tuviera nada que ver con el tema...
Por las dudas, seamos claros. La gestión anterior (Scioli) también fue un desastre, pero al menos hacían como que les importaba. A los actuales (Vidal) claramente les importa muy poco, es más, los focus group de Durán Barba aconsejarán no hablar de los salarios y sí hacer hincapié en los pobres chicos, en las inasistencias o en la pinta de roñoso que tiene Baradel.
Y mientras el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, nuestros sueldos se vuelven indignos, y aumentan la luz, el gas, el agua, los alimentos... bastante más que mil pesos.
Además, como los garcas en estas cosas son solidarios y se ponen de acuerdo muy rápido, el hecho de que no se aumente nada (mil pesos es nada, es una burla) en provincia de Buenos Aires, implica que el garca Larreta aumente un diez por ciento por decreto en Capital (que claramente tiene los recursos para llegar a un acuerdo sin problemas). Llegamos entonces a la pregunta...

¿Qué hacemos?

La respuesta no es fácil, porque todo lo que se plantea va claramente en contra de lo que está pasando. Un observador cándido podría argumentar que habría que aumentar los sueldos docentes, equipararlos al 2016, y lentamente subirlos en relación a otras profesiones, para que ser docente sea una opción válida y que no convenga ser camionero, por ejemplo. En este momento la situación se sostiene porque muchos docentes son segundos sueldos (hay alguna cuestión de género aquí, pero no es tema de este artículo), no son los que paran la olla, entonces se dejan forrear un poco más... de todos modos, dado el empobrecimiento general de la población estos casos ya no son tan frecuentes. Por supuesto que esta jerarquización salarial de la profesión docente no implica que no se revise el abuso de licencias (si lo hubiere) o se cambien los programas de los profesorados, si realmente ese fuese el problema... pero primero, antes, previamente, hay que pagarles mejor a los tipitos (y tipitas) que dan clase.
A un tipito o tipita que da clase toda la semana y le pagás diez lucas (diez mil pesos, seiscientos cincuenta dólares redondeando para arriba) no tenés autoridad moral para exigirle NADA. Si tenés la suerte de que el tipito no se considere tanto un profesional de la educación y sí se considere un sacerdote de la vocación que ha oído el llamado, por ahí sigue trabajando con ganas un rato más... si no es así el tipito va a adoptar distintos modos de resistir... porque los paros, así como los estamos haciendo, no sirven de mucho.
Así, algunos tipitos (y tipitas) ya se dedican a otra cosa, o son docentes en Capital, o dan clases particulares, o se van a la escuela privada, o toman dos cargos (y en algunos casos tres), o tratan de ganar lo que debería ganar un profesor siendo director, en algunos casos abusan de las licencias, en otros el maltrato social constante (no solo de los padres que los golpean, también de los medios) los enferma de verdad. Y el sistema persiste y va empeorando de a poquito. Los profesores recibidos dan paso a los estudiantes de los profesorados, a los ingenieros, abogados, y próximamente a los gendarmes y los boy-scout. Por supuesto una consecuencia de esto es chicos que dejan la escuela, aprenden menos, están más tiempo en la calle, y aumenta la inseguridad, entre otros efectos…
La verdad es que si hoy tuviera que decidir si estudio un profesorado... ni en pedo lo hago. Los profesorados vacíos son muestra de esto.
En lo personal, voy a tratar de irme de algunas horas (las de provincia), pero dada la poca chance de trabajo para un tipito que se acerca a los cincuenta, lo veo difícil...
Pero desde ya le digo a cualquiera que lea esto que si me ofrece un trabajo de doce a dieciséis horas semanales por más de quince mil pesos que reemplace las once lucas que cobro por doce horas de enseñar matemáticas a hijos de otros... seguro lo pienso, y si tiene que ver con escribir o con la comunicación (finalmente, también soy comunicólogo), probablemente acepte.
Y como me gusta dar lástima, y la luz, el gas y los impuestos suben, voy a manguear guita por este medio además. Aprovechando que ahora pasar el CBU de mi cuenta sueldo es mucho más fácil, lo pongo más abajo esperando ansiosamente que un mecenas (árabe quizás) me saque de la docencia, al menos en provincia.

TOLDO.PISO.JAGUAR

Por favor, los amigos no... sólo mecenas anónimos, en lo posible no relacionados con Báez, Odebretch o el narcotráfico, que no quiero terminar preso...
Estaba por poner que es joda y cerrar el artículo, pero uno nunca pierde la esperanza de ir al cajero y sorprenderse con una donación anónima... una donación de, por ejemplo... mil pesos.

TODO POR MIL PESOS


Es todo.

viernes, 31 de marzo de 2017

Sin solución (dos veces).




            El conflicto docente no tiene solución. Ni en el plano material ni en el simbólico. Lo material es simple, casi tonto. Los docentes de la Provincia de Buenos Aires (también los de CABA, y los de casi todas las provincias, pero tomo provincia de Buenos Aires, que es la que más docentes tiene) piden un 35% de aumento, 25 % por la inflación de este año y 10% para recuperar lo perdido en el 2016. El gobierno ofrece 19 % en tres cuotas y una escasa suma fija.

            Nadie cede un ápice en sus posiciones, los docentes porque quieren volver a las gloriosas épocas de la gestión Scioli y recuperar el poder de compra de su sueldo que ya era miserable. El gobierno, porque hay orden de Macri (gato) de no dar más del 18 o 19 % para forzar a la inflación a bajar. Si la gente (todos, no solo docentes), tiene menos plata en el bolsillo, los precios deberían bajar o no subir tanto…

            Es un poco ingenuo el plan. En un país en que no se regula nada, con estado ausente, corrupto o mafioso, manda la ley de la selva, son todos garcas, los precios suben igual, y lo que termina sucediendo es que la gente gasta menos, no gasta o no come, según el caso. Hay docentes que no llegan a fin de mes.

Además, si se les concede a los docentes mantener el poder de compra de su triste salario, después los policías, los enfermeros, los metalúrgicos, los taxistas, más en general la chusma, va a querer un aumento similar…

 En resumen, el reclamo es justo, solo que por razones macroeconómicas no le van a dar pelota.

            ¿Cómo hacer para no darle pelota a un reclamo justo y pedalearla? (pedalearla es un verbo bien Pro).

            Lo logran (intentan lograrlo) instalando y exacerbando el conflicto simbólico. Si un trabajador (de la educación) tiene que protestar por su sueldo misérrimo, lo natural es hacer paro. Hay otras posibilidades, como protestas o marchas, pero ante un gobierno inflexible, el paro termina siendo la opción más utilizada…

            Y así comienza el ataque. De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… de los Clarines, Américas, Nueves y Telefés, casi todos… porque incluso quienes defienden a los docentes (C5N, quizás Crónica y no muchos más) no resisten el archivo de sus propias opiniones cuando el paro se lo hacían a Scioli.

            De este modo los docentes:
             -Toman de rehenes a los chicos y provocan un perjuicio económico o molestias a los padres, que no tienen donde dejarlos. Los chicos “se dejan” en la escuela… además hay consenso político de los últimos gobiernos acerca de que los docentes trabajan cuatro horas, tienen trabajo estable y tres meses de vacaciones.
            - Son vagos y no se capacitan, por eso nos va tan mal en matemática o lengua y estamos en el 4456° lugar en el mundo… los docentes deberían agradecer que se les paga algo, manga de vagos… y pobre de aquel niño que deba caer en la escuela pública… deberíamos copiar a los chilenos, a esos sí que les va bien…
            - Por si fuera poco, faltan. Se les ocurre tener hijos, ascender o enfermarse. Abusan, se quedan sin voz o enloquecen a propósito, para seguir estafando al ciudadano que les paga el sueldo.
            - Lo del salario oprobioso no es tan grave. Si quieren mejorar su sueldo pueden juntar más de un cargo (cinco por ejemplo, trabajando de madrugada) o tener otro sueldo en la familia. Las maestras que agradezcan que se les paga por hacer algo que les gusta y si quieren plata que se casen con un abogado.
            - Además Baradel es barbudo, sucio, piojoso y viaja seguido (no voy a defender a Baradel, pero es obvio que solo representa a un sector de un gremio, y hasta mayo).
- Es todo política, son todos kirchneristas, son destituyentes, y si alguno no lo es, que se joda por estar en malas compañías, como la mayoría de los 70000 o 150000 que fueron a las marchas. Y hubo uno que le dibujó un helicóptero a un guardapolvo, vean cómo son.

            Y así siguen. Enlodan y menoscaban una profesión que cada vez menos eligen y que es esencial para que un país crezca. Lloran como cocodrilos cada vez que están en campaña, dicen que los maestros deberían ganar cuarenta lucas, y después se vuelven responsables y ofrecen sueldos promedio de quince. Porque la culpa, todos lo sabemos, es de otro.  
           

            Quizás lo material se resuelva. Mi ánimo de izquierda me dice que esto se resuelve con hambre, goma, balazos y muertes, pero sinceramente espero que no sea así. Los paros son muy seguidos, la hiena Vidal amenaza con descuentos y propone bonos pro – carneros, la adhesión decrece, pero ya no se llega ni al veinticinco del mes. La rata Larreta sigue a la hiena, y aunque podría resolver su conflicto (tiene recursos) no lo hace por solidaridad, o simplemente porque es garca. El garca mayor, Macri (gato) se escandaliza y le pregunta a Durán Barba qué hacer… por empezar podría saber cuánto gana un jubilado, digo yo…

            Pero si lo material se resuelve, todavía queda lo otro, lo simbólico. En estos meses, (y seguirá pasando cada vez que pidamos algo) a los docentes nos han insultado, menoscabado, ninguneado, bardeado, despreciado, y muchas cosas (malas) terminadas en ado.
            Y de eso no se vuelve.
            El sueldo podrá mejorar, no con Macri (gato), por cierto, pero los docentes tenemos memoria, no nos olvidamos. O por lo menos yo no me olvido.

            De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… ni de los Clarines, los Telefés, los Nueves o los Américas… de todos los que boquearon…

            Porque de los hijos de puta no hay que olvidarse.

            Y solo me queda pedir disculpas porque no encontré el modo de incluir a Esteban Bullrich (el Bullrich sobrio) en esta nota. Creo que es ministro de educación o algo así y es un garca, pero quién en este gobierno no lo es…

            Es todo.