domingo, 6 de agosto de 2017

La número diez (sin educación)


      Es casi increible, pero esta es ya la nota número diez, así que será de fútbol. No voy a entrar en la polémica estéril acerca de si es la diez de Messi o la de Maradona, pero es la diez. Porque el fútbol está lleno de polémicas estériles y las cuestiones de verdad importantes no se debaten.
      Así, uno de los puntos no debatidos es el de la justicia en el fútbol. Periodistas (o lo que sean) que gritan y casi se van a las manos discutiendo sobre si está bien que Centurión se vaya de joda se callan bien la boca sobre las deudas de los clubes, la violencia o partidos bochornosos, como el de Riestra y Comunicaciones por el ascenso a la B Nacional (este es el último, hay muchos, Ríver-Belgrano es otro).
      De este modo, pese a cualquier reglamento, los clubes se endeudan y ascienden (Chacarita y Argentinos Jrs.) mientras que los que no se endeudan a veces descienden (Atlético Paraná por ejemplo). Del mismo modo, la violencia instalada dentro de las propias hinchadas hace que cada vez sea más difícil pensar en la vuelta del público visitante. “Es que las barras son la mano de obra de los políticos y están ligadas a los narcos” dicen los periodistas gritones... y sí, está bien, pero ninguno hace explícitas estas relaciones con nombre y apellido, ni mucho menos hacen alguna denuncia. Denuncian mucho pero en general, no dan muchos datos, prefieren debatir fervorosamente por Icardi o por el casamiento de Messi.
      Y finalmente, la viveza criolla, la picardía, la trampa que en Argentina pasa por estilo de juego. Un par de giles interrumpen un partido a cinco minutos de que su equipo ascienda y la AFA, en lugar de darles el partido por perdido, lo continúa en dos tiempos de dos y tres minutos. A Comunicaciones le robaron el ascenso por más quita de puntos que haya tenido Riestra. Es que los reglamentos son para los tontos y para darle al fútbol una ilusoria imagen de justicia. Los vivos también cambian el tamaño de las áreas, no alcanzan las pelotas cuando van ganando, le dan agua con laxante a los rivales o lisa y llanamente pinchan a sus rivales con alfileres. Todo esto sin contar la mano de dios, que es trampa pero al menos forma parte del juego.
       Es parte del estilo de juego argentino ser tramposo y no cumplir los reglamentos y en general nos enorgullecemos de eso...
       En fútbol el estilo y el orgullo se acaba cuando te agarra Alemania. Ahí hay que jugar mejor, y si no... fuiste alpiste perdiste, no hay alfiler, ni bidón, ni alcanzapelotas que te salve.

       De última, es fútbol, y si uno no cree en la justicia del fútbol puede dejar de ver los partidos o ver básquet. Lo preocupante es cuando la viveza criolla se extiende a otras áreas, la política, por ejemplo.
      La justicia ya no es la de la AFA, es la justicia electoral. Entonces, está bien que los partidos grandes se repartan los votos de los chiquitos que no llevan fiscales. O truchar un telegrama. O afanarse las boletas. O prenderle fuego o robarse las urnas. Yo en casi 35 años de democacia no recuerdo que la justicia electoral haya resuelto en un caso de estos algo que no sea dejar las cosas como estaban. Así que la trampa vale y los partidos chiquitos sería mejor que busquen fiscales para que los caguen lo menos posible.
       A esto se suman las trampas de la política en sí durante las campañas. Un elemento común en los dos principales partidos de las próximas elecciones es el misticismo. El oficialismo no declara qué va a hacer con la economía o la pobreza. Sólo vemos a Carrió abrazando gente o a Vidal pidiendo paciencia que el cambio ya va a llegar. No proponen nada, solo que confiemos porque ellas son honestas. Mientras tanto el aumento del transporte (y de todo) aguarda pacientemente al mes de noviembre... o mejor enero, no sea cosa que se arme bardo en diciembre...
      Del otro lado, Cristina se rodea de aplaudidores, critica duramente a Macri (gato), dice que esto no puede seguir así y que así no vamos bien... pero tampoco propone nada, y mucho menos hace autocrítica de su gestión. Ni siquiera da entrevistas y no permite preguntas de periodistas no-amigos.
      Todo esto en medio de múltiples acusaciones cruzadas en los medios cómplices donde unos y otros sólo dan nombres y la justicia no investiga nada...
       Odebretch, dice uno. Skanska, le contestan. Correo Argentino, retrucan. Los bolsos de López, responden. Boudou, Micchetti, Aníbal, Cabrera, Jaime, Arribas... son figuritas que se cambian y nunca realmente se sabe nada. Presos están Jaime, López, y del pasado, que yo recuerde, unos días Menem, Maria Julia y no se si hay más (agrego a Potocar si quieren).
       Ninguno contesta nada, solo cambian nombre por nombre y están muy de acuerdo en que hay que esperar a la justicia. A la justicia de ellos, garca y lenta que nunca condena a nadie. A la justicia de Oyarbide u otros parecidos.
       Y lentamente, todo se empioja y todos nos vamos metiendo en esa discusión...



      Así como nos quieren hacer creer que las PASO son muy importantes (ver artículo anterior), también nos quieren hacer creer que hay dos opciones, cuando hay muchas más. Massa, Lousteau, el FIT, Zamora, los partidos vecinales, los que dan miedo y muchos más (mezclo a propósito). No es bueno aplicar el principio del menos malo en una elección legislativa. Creo más en un congreso con diversidad de voces que en un congreso con dos voces que además muchas veces arreglan para cagar a los giles (nosotros, los ciudadanos, el pueblo, la comunidad, la gente, o como quieran llamarnos).
      Por supuesto, para votar a un tercero hace falta informarse, discutir, complicarse la vida. Nada más fácil que votar a la abrazaviejas o a la que solo dice que no vamos bien y pide por un pasado en el que tampoco íbamos bien (cero autocrítica Cris).
       Para dar un ejemplo, para decidir si debo o no votar a Claudio Lozano, tengo que tomarme la molestia de leer la plataforma del partido de Lozano y ver si comparto eso o no. Lo mismo para Massa.

       Es costoso pensar. Es más fácil no pensar y que otros piensen por uno. Igual, muy pensado o poco pensado, cada voto vale uno.
       Y uno en 35 millones no es casi nada. Pero es una de las pocas veces en que nos preguntan algo.

       Así que ló único que propongo es pensar. En todo caso, nunca nos fue bien votando místicamente (vaya Menem como prueba),es mejor pensar.

       Es más, habría que crear una agrupación cuyo eslogan fuera: Perón, Evita, Irigoyen y Alfonsín están muertos y no van a volver. En estas elecciones piense. Partido racional.
       No sería un partido político, sólo una agrupación que propugne el voto racional, en el que tengan más peso en la decisión las propuestas que el hecho de que el candidato use patillas o abrace a una anciana... 

       Volviendo al fútbol, quizás para pensar más objetivamente en nuestras condiciones reales de existencia sería mejor que Argentina quede afuera del mundial...

       No, es joda. Se hizo largo y ya voy descarrilando.
       Es todo.

      PD: se habló de fútbol y política, por lo tanto... ¡GARROTE! ¡GARROTE!

lunes, 17 de julio de 2017

Queremos tanto a Pepsico...

          Ahora que los docentes por dos meses somos buenos podemos escribir sobre otro tema. Repito, no hay que creer en época de elecciones ninguna promesa educativa de ningún candidato.
           La verdad es que dieron un aumento apenas aceptable para no tener problemas por un par de meses y presentar al Bullrich sobrio como candidato a diputado. Y me repito una vez más... siempre tuvieron la plata, no quisieron dar el aumento antes para escarmentar y humillar a los docentes. Con los chicos en el aula o afuera del aula.
        Los garcas son garcas... viven como garcas, hacen cosas de garcas y casi que se los puede comprender... lo que no se puede, o no se debería, es votarlos en las próximas elecciones...

         El otro tema, por supuesto, es Pepsico. Todos vimos por la tele la brutal represión policial a los trabajadores despedidos. Como dice algún meme que circula en las redes, gente pobre con uniforme que le pega (reprime) a gente pobre con hambre para favorecer a gente rica sin uniforme ni hambre. Bastante popular el meme, en este momento se aplica a la Argentina pero también a Venezuela, y a muchos países. Lo cierto es que cuando la policía se autoacuartele o pida mejoras laborales va a ser imposible no recordar lo de Pepsico o los palazos a los maestros en Congreso o a los piqueteros en la 9 de Julio.
          Muy correcto lo de la policía. Están muy bien adiestrados para complacer al amo garca. Y si hay que darles palazos o tirarle gas a trabajadores, algunos de ellos peligrosas mujeres desarmadas, pues no importa. Sólo son fríos ejecutores de las órdenes de la justicia acomodaticia y empresarial propugnada por el gobierno de Macri (gato). Policías violentos, ladrones y corruptos es lo que tenemos. No me da para la simetría del animal de Feinman cuando dice “... uno menos...” refiriéndose a los chorros (en mi caso sería a los policías), pero de verdad habría que pensar qué pasa por la cabeza de un tipo que decide ser policía en épocas como ésta.

       Desde ya no me importa si eran todos trabajadores o si había gente de otras organizaciones apoyando... igual la mayoria cobró en palos, gases o balas de goma, incluso políticos y periodistas. Tampoco me importa que en un acto de defensa hayan volado piedras o algún banco. No fueron los trabajadores los que iniciaron la violencia. Mientras tanto Pepsico, silenzio stampa, como Basile.

         Todo fue muy rápido. La comunicación de los despidos, en algunos casos los arreglos por las indemnizaciones. Nadie sabe los números, pero de 600 despidos no arreglaron 90 según algunas fuentes (para otros eran menos o algunos dicen que los que arreglaron fue con coacción, datos precisos no hay). La excusa para la rapidez en la represión fue un potencial escape tóxico. Todo (pero todo) muy rapidito y a los palazos.
           Es que no se podía esperar. Estaban por empezar las campañas y parece que el tiempo que la gente tarda en olvidarse es un par de meses, más allá de que siempre hay pseudogarcas de clase media que se alegran. Se alegran alentados por los medios cómplices. Los que explican que la empresa tiene derecho a despedir y pasan treinta repeticiones de los piedrazos, o empiezan a ver uno por uno para saber quién es trabajador y quién va a apoyar, como si eso hiciera diferencia en la represión.
           En un capitalismo perfecto es cierto, las empresas pueden despedir indemnizando, porque hay rotación laboral, en una Argentina con el nueve por ciento (y va para diez) de desocupación eso no es tan cierto, más allá de que algunos además discuten (discutimos) el capitalismo, perfecto o no... Esos trabajadores (los noventa por lo menos) quedan en la calle para siempre, están afuera del mercado laboral y tienen muy pocas chances de volver a trabajar, por más seiscientas lucas que le den, que se van rápido.
         
          Por supuesto no todos los medios cómplices son iguales. En este caso, por razones obvias fueron mejores las coberturas de C5N y Crónica, más del lado de los trabajadores. Canal 13, TN y A24 informaron también aunque a favor de la patronal (excepto la pobre Lorena Maciel que no sabe como pararse ante la situación). Y Pepsico, silenzio stampa.

           Pepsico es una multinacional poderosa. Por eso quizás ninguno del sindicato estaba ahí (en realidad creo que no estaban por traidores y garcas, pero yo prefiero suponer que fue por Pepsico). Ni tampoco estaba ahí ningún representante de los partidos políticos principales. Es obvio que el partido garca de derecha Cambiemos no iba a estar, pero no vi a nadie de Massa, o del peronismo, en cualquiera de sus variantes... Supongo que es porque Pepsico suele ser aportante en las campañas así como es anunciante de los medios cómplices.
           Así, no estaban Cristina, Scioli, Massa, Randazzo, Stolbizer, mucho menos Carrió, Lousteau, o algún seguidor de Macri (gato). Es que necesitan de Pepsico y sus aportes (en realidad de los aportantes individuales que por casualidad trabajan en Pepsico o son parte del directorio... la ley no está hecha para los garcas). Lo mismo va para los medios. Los anuncios de Pepsi o Lays son muchos y pagan bien.

          Por eso los que estaban ahí eran los otros, los que no necesitan de Pepsico. Vilma Ripoll, el pollo Sobrero, Del Caño con los ojos hinchados por los gases, Castillo y Zamora subidos a los techos para garantizar que no haya más represión. A veces me pone contento votar a partidos del cinco por ciento. Pueden equivocarse, pero al menos están donde deben.

           Y lo que nadie dice y todos esconden. Hay desde el primer minuto del conflicto una propuesta de boicot en las redes, de la que pocos hablan. Porque una forma muy sencilla de penalizar la rapidez de los garcas, la brutalidad de la policía y el silenzio stampa de Pepsico es, como consumidores, no comprar más Pepsico. No más Pepsi, no más Lays, y el Gatorade que se lo tome Bilardo. Que paguen su política empresarial de garcas con menos ventas. Que tengan que anunciar más para vender menos.



           No consumamos Pepsico. Que las papas fritas, los chizitos y la pepsi se la coman y tomen Feinman, Fantino, Vilouta y Bonelli (hay más, pero siempre me acuerdo de estos). Y en lo posible que revienten por la glucosa o por la sal.

           No consumamos más esos productos. Que echar a seiscientos, o a noventa laburantes a la calle no sea tan sencillo y tenga consecuencias. Al menos para que la Coca Cola lo piense si va a hacer lo mismo.

            Boicot a Pepsico.

           Es todo.

           PD: todo lo aplicable a Pepsico es también aplicable a Lear... así no rompen las pelotas... igual sean buenos y comenten... y me fuí.

sábado, 8 de julio de 2017

Las PASO (o lo que nos quieren hacer creer)




            Antes que nada, un meta comentario: si me leen, si les gusta este blog, no voy a insistir con el CBU ni con mendigar, pero al menos háganse seguidores o comenten algo. Igual sé que hay gente que lee esto y me lo dice oralmente, pero es bastante desmotivador tener 0 seguidores y escasos comentarios.

            Ahora sí, al tema que nos ocupa…

            Es curioso cómo todo tiene que ver con todo. Se arregla (seamos optimistas) la paritaria docente en la Provincia de Buenos Aires de tal manera que los sueldos de julio (por el aguinaldo) y agosto (por los retroactivos) van a ser más abultados (risas) que de costumbre justo cuando vienen las PASO...
            Hay gente malpensada (como yo) que cree que esto fue calculado, y que siempre tuvieron el dinero, y que por lo tanto, si los chicos perdieron clases no fue precisamente por los docentes, que aguantaron con sueldos míseros desde marzo, sino que fue responsabilidad de un gobierno que teniendo la plata quiso obtener rédito político.
            Como coletazo del aumento calculado, por supuesto que se armó lío en CABA, que ahora quiere el mismo aumento que Provincia (Larreta por decreto fijó el 18 % contra el 24% de Vidal) pero estimo que se va a arreglar rápido. Nota mental: no creer nada de lo que digan estos tipos sobre educación ahora que vienen las PASO.
           
            Y llegamos a las PASO (curiosamente estos artículos son leídos por personas de otros países a las que les informo que las PASO son las primarias abiertas simultáneas y obligatorias) y a las preguntas que los medios cómplices se hacen indignados:
            - ¿Para qué sirven las PASO si en definitiva casi no hay competencia entre candidatos?
            - ¿Cuánto cuestan las PASO?
            - ¿No podría destinarse ese dinero a salud o educación? (risas).
            Y preguntas escandalizadas y escandalizantes de ese tenor…

            A continuación de la indignación vienen las especulaciones: a Macri (gato) le conviene que Cristina (la yegua) no vaya presa para polarizar y excluir a Massa. Randazzo se plantó para competir con Cris y Cris se rajó, no quiere. Carrió está en CABA para prevenir cualquier sorpresa de Lousteau (y porque la clase media de Capital es la única que la vota). Massa se hace el demócrata, dice que es crítico del gobierno mientras le vota leyes de mierda (junto con el FpV) y Stolbizer presume de honesta. Todos los payasos muestran sus gracias y piruetas para competir en la cara y gigantesca encuesta que son las PASO. 



            Los ciudadanos, los que les damos finalmente el mandato, debatimos estos temas, nos peleamos por boludeces en los asados y nos enervamos mientras nos joden (por atrás agregaría pero no quiero excederme).
            Para desmontar toda esta trampa mediática hay que intentar un análisis más objetivo, desligado de tal o cual candidato o partido.
            Por empezar, según cualquier encuesta, aún las más favorables al gobierno o a la oposición, la composición de las cámaras después de octubre no va a cambiar mucho. Es más, las elecciones legislativas son una buena ocasión para huir de la polarización y votar según nuestras ideas, sabiendo que Macri (gato) va a seguir gobernando como minoría en el congreso acordando como hizo hasta ahora. La diferencia entre ganar y perder son un par de diputados o senadores, sin que se altere demasiado la relación de fuerzas. Para hacer esto por supuesto hay que tener ideas propias, informarse y evitar dar crédito sin pensar (o contrastar) a personajes como Lanata, Fantino, Feinman o Navarro, por nombrar algunos de pelajes variados.

            En este contexto las PASO no sirven “casi” para nada, y una forma posible de mostrar el disgusto ciudadano podría ser votar en blanco, excepto que uno esté incluido en ese “casi” (como en mi caso personal).
            Es que las PASO no sólo permiten elegir entre candidatos de un partido (cosa que en estas próximas elecciones casi no se va dar), también tienen la función proscriptiva de excluir a cualquier partido que no alcance el 1,5 % de los votos en un distrito. Y si uno (yo) justo quiere poder elegir un candidato “chico” entonces tiene que ir a votar (y no en blanco).
            Esto no impone la obligación de votar al mismo después en las legislativas, es sólo para tener una posibilidad más. Si a Cristina la va a votar el 25 % el 23,5% sobra, se podría quedar en su casa o votar en blanco. Ídem Macri (gato) o Massa. Pero otros se quedan afuera.
Y como excepción aquí va mi caso: siempre (pero siempre) mi voto oscila entre partidos que no sacan más del 5 % o el voto en blanco. Y canto mi voto… no se si en octubre lo voy a votar (creo que sí pero no se, solo soy fanático de ferro), lo que sí quiero es tener la posibilidad de votar a Luis Zamora, y que no sea excluido por una ley garca hecha por y para los partidos grandes. En su momento fue el milagro para Altamira, hoy es para Zamora…
            Así que ya saben mi voto, al menos en las PASO. Entonces, si conocen algún candidato vecinal, chiquito, que por ahí no llega y les gusta, voten a ese… no se dejen embaucar (queda mejor que joder por atrás) por los Bonelli, Lanata, Feinman, Fantino, Novaresio, Navarro, Víctor Hugo, que insisten con que este voto es decisivo, diez segundos después de afirmar que las PASO son caras e inútiles.
            Bueno, no doy más consejos, parezco la Legrand (así, no)…

            Es todo.

            PD: por las dudas aclaro, habría que eliminar las PASO o modificarlas para que no se puedan eludir o trampear tan fácil. Comenten y siganmennn, que no los voy a defraudar…


           




lunes, 26 de junio de 2017

Artículo 2° (o Los veré en el infierno...)




         

             Últimamente, escribo mucho sobre docencia y educación, y ya son muchas las ocasiones en las que se abre una posible discusión que siempre es postergada: el sostenimiento de las escuelas privadas (confesionales, católicas) en la República Argentina.
            En épocas de escasez, en las que se niega a los docentes las condiciones materiales mínimas para subsistir dignamente, cabe preguntarse por los subsidios y convenios que tienen las escuelas católicas.
           
Es que el Artículo 2° de la Constitución Nacional es claro:

“… El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano…”

 Hay bibliotecas enteras acerca de la libertad de cultos en el país y está más o menos claro que el verbo sostener se refiere a que el estado va a destinar dinero (guita, mosqueta, tela, biyuya) de los impuestos que pagan católicos, judíos, musulmanes, protestantes, budistas y ateos (sin olvidar la iglesia maradoniana) para privilegiar determinada creencia sobre otras, ya sea manteniendo las iglesias en sí o las escuelas católicas (o instituciones anexas como Cáritas).

Alguno me dirá: - Pero bueno, esto siempre fue así y siempre va a ser así, no va a cambiar por más que escribas y protestes, por más que tengas razón…
A esto respondo que hace treinta años era impensable que dos señores (o señoras) se pudieran casar, o peor aún, que un señor decidiera que su identidad es la de una señora, y por lo tanto cambie su género y su nombre para la ley argentina. Se ha avanzado y mucho.

Pero el paso siguiente, a mi juicio, es que ya no haya mención alguna a ninguna religión en nuestra Constitución. Esto va a contramano de los tiempos, en el nuevo código civil se contempla una especie de personería jurídica automática por defecto para la iglesia católica (es lo que entendí, si está mal que algún abogado con onda me corrija en los comentarios). De todos modos sí entendí que la iglesia tiene más prerrogativas y ventajas, no menos.
Así que los hados parecen estar en contra… eso no quita que alguien (algunos, no soy el único, obviamente) empiecen a susurrar, o a murmurar, no se qué verbo es el indicado en este caso:

“… Habría que derogar el Artículo 2°… “

Sí, modificar la Constitución es costoso, requiere grandes ingenios políticos, movilizaciones, acuerdos y quizás asesinar al Papa (que por desgracia es argentino). Pero costoso o muy difícil no equivale a imposible. O por lo menos no es imposible algo mucho más modesto, comenzar a reflexionar sobre el tema…

¿Por qué yo, como ateo, debería pagar las iglesias católicas y su mantenimiento?
¿Por qué deberíamos pagarles las escuelas de monjas y los conventos, con bolsos o sin bolsos?
¿Y los sueldos de los curas?

Pero el sostenimiento, además de material es simbólico. Siguen los porqués…

¿Por qué soportar la pederastía y la pedofilia intrínseca al catolicismo?
¿Por qué no podemos contar con una ley que permita el aborto legal, seguro y gratuito?
¿Por qué desde el Estado sostener y fomentar una religión machista, que no permite que las mujeres sean obispos o papas?
¿Por qué es pecado usar forro o tomarse la pastilla? 
¿Por qué el 25 de mayo me encajan el tedéum por televisión?

No quiero seguir más. Soy ateo (de los relativamente respetuosos) y realmente estoy cansado de  curas que por creerse una fábula y por relaciones históricas y de poder piensan (creen) que de algún modo son superiores al resto, y que saben algo que los demás no sabemos. En el caso de los ateos, la respuesta más común a las preguntas fundamentales suele ser “no se”. No se si hay un dios (como buen ateo, no lo creo, pero creer y saber no es lo mismo, es más, nadie sabe si hay un dios o no), tampoco se qué hay después de la muerte ni antes de la vida (parece ser que nada, pero no se). 

Según mi modesto juicio todos los problemas, pasados, presentes y futuros que ocurren o pudieran ocurrir en el mundo son problemas entre humanos, resolubles o no, por la razón o por la fuerza, entre humanos. No hay nada sobrenatural en el mundo. No existe algo así como una guerra religiosa. Son guerras y conflictos entre humanos que responden a intereses humanos (por lo general, materiales). Finalmente, nadie con sotana, turbante, kipá o lo que sea es superior ética o moralmente a mí, o a cualquier otro humano.

En este contexto, no me parece que un estado deba sostener una creencia. Sí la libertad de cultos en general, no una creencia en particular. La vocecita susurra…

“… Habría que derogar el Artículo 2°… “

Quedaría mucho mejor y más monono algo así como “… El Estado Argentino es laico y no sostiene ningún culto en particular…”. Solo con eso, dejaríamos de mantener a los curas, muchos de ellos pedófilos con pollera y podríamos dedicar ese dinero a otra cosa (disminuir la pobreza, educación o salud digo yo, que el estado está para eso).

No va a ser fácil. Atravesamos épocas de inmediatez electoral, aunque desde ya que cualquier partido que proponga la derogación del Artículo 2° cuenta con mi voto.

Para terminar, como escribe la gente de CAEL (Coalición Argentina por un Estado Laico):

Respeto tus creencias pero pagátelas vos.

Es todo.
 


            PD: se avecina San Cayetano, típico ejemplo de cómo humanos tratan de resolver sus problemas (laborales) humanos invocando o pidiéndole vaya a saber uno qué cosa a un pedazo de cera en lugar de organizarse políticamente y realizar una revolución, o más modestamente, actualizar su currículum o estudiar inglés… Se, ya se, me fui al carajo…
           

sábado, 17 de junio de 2017

Todo por mil pesos (o la persistencia de la vocación).



TODO POR MIL PESOS...



Mil pesos. Un par de meses, no todos. Es todo lo que los salarios docentes aumentaron desde julio de 2016, a cuenta de una futura paritaria. Eso sí, los chicos están en las aulas, recibiendo clases de maestros y profesores maltratados y hambreados.
Es que nos quieren escarmentar. Cómo es posible que esta gente pretenda comprar los mismos kilos de papas que hace un año... es que son todos K, seguramente, y además, toman a los chicos de rehenes...
Por si fuera poco Baradel (lamentablemente) mantuvo la conducción del principal, aunque minoritario (Suteba afilia al 40 % de los docentes, más o menos), sindicato de la provincia. Hay enemigo, gordo y barbudo, a quien pegarle es bastante fácil. 

Los medios ignoran la cuestión o ponen el centro en los paros, hace rato que ya no intentan averiguar cuánto gana un docente hoy. Lloriquean por los derechos de los chicos pero se hacen los boludos con el hecho de que un docente gana hace un año diez lucas por cargo (con máxima antigüedad de veinticinco años un poco más, trece pongamos). La gran mayoría de los periodistas silencian el tema excepto, por supuesto, cuando hay un paro. Eso sí, hablan y debaten sobre inseguridad como si la política educativa no tuviera nada que ver con el tema...
Por las dudas, seamos claros. La gestión anterior (Scioli) también fue un desastre, pero al menos hacían como que les importaba. A los actuales (Vidal) claramente les importa muy poco, es más, los focus group de Durán Barba aconsejarán no hablar de los salarios y sí hacer hincapié en los pobres chicos, en las inasistencias o en la pinta de roñoso que tiene Baradel.
Y mientras el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, nuestros sueldos se vuelven indignos, y aumentan la luz, el gas, el agua, los alimentos... bastante más que mil pesos.
Además, como los garcas en estas cosas son solidarios y se ponen de acuerdo muy rápido, el hecho de que no se aumente nada (mil pesos es nada, es una burla) en provincia de Buenos Aires, implica que el garca Larreta aumente un diez por ciento por decreto en Capital (que claramente tiene los recursos para llegar a un acuerdo sin problemas). Llegamos entonces a la pregunta...

¿Qué hacemos?

La respuesta no es fácil, porque todo lo que se plantea va claramente en contra de lo que está pasando. Un observador cándido podría argumentar que habría que aumentar los sueldos docentes, equipararlos al 2016, y lentamente subirlos en relación a otras profesiones, para que ser docente sea una opción válida y que no convenga ser camionero, por ejemplo. En este momento la situación se sostiene porque muchos docentes son segundos sueldos (hay alguna cuestión de género aquí, pero no es tema de este artículo), no son los que paran la olla, entonces se dejan forrear un poco más... de todos modos, dado el empobrecimiento general de la población estos casos ya no son tan frecuentes. Por supuesto que esta jerarquización salarial de la profesión docente no implica que no se revise el abuso de licencias (si lo hubiere) o se cambien los programas de los profesorados, si realmente ese fuese el problema... pero primero, antes, previamente, hay que pagarles mejor a los tipitos (y tipitas) que dan clase.
A un tipito o tipita que da clase toda la semana y le pagás diez lucas (diez mil pesos, seiscientos cincuenta dólares redondeando para arriba) no tenés autoridad moral para exigirle NADA. Si tenés la suerte de que el tipito no se considere tanto un profesional de la educación y sí se considere un sacerdote de la vocación que ha oído el llamado, por ahí sigue trabajando con ganas un rato más... si no es así el tipito va a adoptar distintos modos de resistir... porque los paros, así como los estamos haciendo, no sirven de mucho.
Así, algunos tipitos (y tipitas) ya se dedican a otra cosa, o son docentes en Capital, o dan clases particulares, o se van a la escuela privada, o toman dos cargos (y en algunos casos tres), o tratan de ganar lo que debería ganar un profesor siendo director, en algunos casos abusan de las licencias, en otros el maltrato social constante (no solo de los padres que los golpean, también de los medios) los enferma de verdad. Y el sistema persiste y va empeorando de a poquito. Los profesores recibidos dan paso a los estudiantes de los profesorados, a los ingenieros, abogados, y próximamente a los gendarmes y los boy-scout. Por supuesto una consecuencia de esto es chicos que dejan la escuela, aprenden menos, están más tiempo en la calle, y aumenta la inseguridad, entre otros efectos…
La verdad es que si hoy tuviera que decidir si estudio un profesorado... ni en pedo lo hago. Los profesorados vacíos son muestra de esto.
En lo personal, voy a tratar de irme de algunas horas (las de provincia), pero dada la poca chance de trabajo para un tipito que se acerca a los cincuenta, lo veo difícil...
Pero desde ya le digo a cualquiera que lea esto que si me ofrece un trabajo de doce a dieciséis horas semanales por más de quince mil pesos que reemplace las once lucas que cobro por doce horas de enseñar matemáticas a hijos de otros... seguro lo pienso, y si tiene que ver con escribir o con la comunicación (finalmente, también soy comunicólogo), probablemente acepte.
Y como me gusta dar lástima, y la luz, el gas y los impuestos suben, voy a manguear guita por este medio además. Aprovechando que ahora pasar el CBU de mi cuenta sueldo es mucho más fácil, lo pongo más abajo esperando ansiosamente que un mecenas (árabe quizás) me saque de la docencia, al menos en provincia.

TOLDO.PISO.JAGUAR

Por favor, los amigos no... sólo mecenas anónimos, en lo posible no relacionados con Báez, Odebretch o el narcotráfico, que no quiero terminar preso...
Estaba por poner que es joda y cerrar el artículo, pero uno nunca pierde la esperanza de ir al cajero y sorprenderse con una donación anónima... una donación de, por ejemplo... mil pesos.

TODO POR MIL PESOS


Es todo.

viernes, 14 de abril de 2017

Salas de maestros (o de la vocación y sus consecuencias)


 
            El conflicto docente se hace largo y desgastador. Sindicatos sin otra imaginación que hacer paro cada dos días, en muchos casos con historial de traiciones a las bases (como SUTEBA) intentan sin éxito negociar  paritarias, salarios, condiciones de trabajo, o algo (cualquier cosa) con el gobierno más garca desde que volvió la democracia.
            Ya nos dimos cuenta que a los garcas no les importa mucho la educación. Es más, para que a los docentes les quede bien claro, ya repartieron algunos palazos y gases…

            Mientras tanto, maestros y profesores en las escuelas, como pueden, apaleados, descontados, ninguneados, empobrecidos, y próximamente hambreados, intentan dar clase. Y las salas de maestros se transforman en el lugar de la catarsis, pero también del debate.
            Quien esto escribe (profesor taxi promedio) participa de cinco de estas tertulias. Los temas son los mismos, los enfoques y opiniones a veces difieren. No todos los docentes piensan (pensamos) igual.
            Las inasistencias, la capacitación, el paro, los sindicatos, la economía, la situación social, los precios, son los temas más actuales. A estos se agregan los temas crónicos de la educación y de la vida escolar, los alumnos, los directivos, la violencia en la escuela, el edificio que se cae a pedazos (entre muchos otros), todo esto desarrollado en los diez minutos de recreo por docentes que además, a veces, usan ese tiempo para corregir evaluaciones o comprar ropa o bijouterie (los más ricachones).
            Seamos sinceros. De semejante collage no puede salir una posición política unificada ni coherente. Apenas algunos acuerdos mínimos. Por lo demás, todos somos docentes y todas las posiciones se respetan.
            Hay docentes que mucho de política no les gusta hablar, los hay también conservadores,  kirchneristas, peronistas, de izquierda, anarquistas, y hasta macristas. Y todas las opiniones, más allá de ser o no compartidas, son respetables.
            Pero hay una que me asusta y atraviesa a todas las posturas políticas. Es la opinión de que quien elige la docencia sabe que va a estar mal pago, y que eso es parte de la elección.

            “Pero vos sabías que no ibas a ganar mucho” me dicen habitualmente...

            Parece ser que los docentes tienen algo llamado vocación, por lo tanto hacen lo que les gusta… y por lo tanto está bien que les paguen poco, después de todo trabajan a gusto.
            Y con este razonamiento conformista y pedorro, Vidal, Scioli, Larreta y todos, los de antes y los de ahora, desde Sarmiento (otro garca) en adelante, ya ganaron la primera batalla, la que se libra dentro de nuestras cabezas, la batalla ideológica.
            Nos han convencido que es natural que un docente gane poco, porque siempre en la docencia se ganó poco, ya que la docencia es vocacional… ya desde los profesorados nos meten esto en la cabeza.
           
Así se justifica la diferencia entre el veinte por ciento que nos van a dar y el treinta y cinco que deberían dar para que nuestro salario sea igual de miserable que el año pasado. Ese quince por ciento, que ya no volverá, se pierde no solo por la inoperancia de los sindicatos, también lo hemos perdido en nuestras cabezas. No hay nada que impida que el año que viene estos garcas nos roben un quince por ciento más.

¿Cómo responder al razonamiento pedorro? Es difícil, por empezar habría que quitarle al concepto de vocación ese tufillo religioso o trascendental al que muchas veces se asocia. En mi caso, como buen ateo, la tengo más fácil, no acepto definir vocación como el llamado de nada, no hay dios, no hay alma, en el mejor de los casos puedo aceptar igualar la vocación al gusto por hacer algo, no mucho más.
            Una vez que se corrieron los curas, si la vocación es solo el gusto por hacer algo (y no un llamado o un sacerdocio), no hay ninguna razón para que el salario docente disminuya por el llamado de la vocación. Es más, tampoco los sueldos deberían ser bajos aún con el concepto tradicional de vocación. Pero sin la vocación en el medio es más claro.
            Porque cuando dejamos de ser vocacionales, lo que queda es un trabajador. Un trabajador profesional dedicado a la docencia.
            Escribo una vez más que la educación y las condiciones en las que trabajamos los docentes van a mejorar cuando dejemos de ser seres vocacionales que han oído el llamado en lo profundo de su alma y pasemos a ser profesionales docentes que transmiten eficazmente saberes significativos a través de las generaciones, y por lo tanto, un tipo de trabajador más. Que tiene que tener un salario acorde a su formación.



            El gusto por lo que se hace es importante, pero más lo es ser un profesional bien formado. Es más, concibo la posibilidad de que algún docente, buen profesional, pueda no sentir tanto gusto. Y también habría que pagarle, y pagarle bien… porque la docencia es una profesión, y merecemos ganar lo que nos corresponde, por ser profesionales y trabajadores. Como los camioneros, los bancarios, los trabajadores de los peajes o los porteros de edificios, que en muchos casos estudiaron bastante menos que un docente.
            Basta de razonamientos falaces (pedorros) como el de la hiena Vidal:

            Los maestros si quieren más dinero, que trabajen de otra cosa”

            Hay docentes que piensan así. Y así, ya nos ganaron la batalla ideológica, adentro de nuestras cabezas.

            Es todo.

            PD: le dedico esto a todos los colegas de las distintas salas de maestros, que en algunos casos estimo mucho, pero que piensan más o menos así…
            PD2: Macri (gato) y quiero una remera de esas…

           

viernes, 31 de marzo de 2017

Sin solución (dos veces).




            El conflicto docente no tiene solución. Ni en el plano material ni en el simbólico. Lo material es simple, casi tonto. Los docentes de la Provincia de Buenos Aires (también los de CABA, y los de casi todas las provincias, pero tomo provincia de Buenos Aires, que es la que más docentes tiene) piden un 35% de aumento, 25 % por la inflación de este año y 10% para recuperar lo perdido en el 2016. El gobierno ofrece 19 % en tres cuotas y una escasa suma fija.

            Nadie cede un ápice en sus posiciones, los docentes porque quieren volver a las gloriosas épocas de la gestión Scioli y recuperar el poder de compra de su sueldo que ya era miserable. El gobierno, porque hay orden de Macri (gato) de no dar más del 18 o 19 % para forzar a la inflación a bajar. Si la gente (todos, no solo docentes), tiene menos plata en el bolsillo, los precios deberían bajar o no subir tanto…

            Es un poco ingenuo el plan. En un país en que no se regula nada, con estado ausente, corrupto o mafioso, manda la ley de la selva, son todos garcas, los precios suben igual, y lo que termina sucediendo es que la gente gasta menos, no gasta o no come, según el caso. Hay docentes que no llegan a fin de mes.

Además, si se les concede a los docentes mantener el poder de compra de su triste salario, después los policías, los enfermeros, los metalúrgicos, los taxistas, más en general la chusma, va a querer un aumento similar…

 En resumen, el reclamo es justo, solo que por razones macroeconómicas no le van a dar pelota.

            ¿Cómo hacer para no darle pelota a un reclamo justo y pedalearla? (pedalearla es un verbo bien Pro).

            Lo logran (intentan lograrlo) instalando y exacerbando el conflicto simbólico. Si un trabajador (de la educación) tiene que protestar por su sueldo misérrimo, lo natural es hacer paro. Hay otras posibilidades, como protestas o marchas, pero ante un gobierno inflexible, el paro termina siendo la opción más utilizada…

            Y así comienza el ataque. De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… de los Clarines, Américas, Nueves y Telefés, casi todos… porque incluso quienes defienden a los docentes (C5N, quizás Crónica y no muchos más) no resisten el archivo de sus propias opiniones cuando el paro se lo hacían a Scioli.

            De este modo los docentes:
             -Toman de rehenes a los chicos y provocan un perjuicio económico o molestias a los padres, que no tienen donde dejarlos. Los chicos “se dejan” en la escuela… además hay consenso político de los últimos gobiernos acerca de que los docentes trabajan cuatro horas, tienen trabajo estable y tres meses de vacaciones.
            - Son vagos y no se capacitan, por eso nos va tan mal en matemática o lengua y estamos en el 4456° lugar en el mundo… los docentes deberían agradecer que se les paga algo, manga de vagos… y pobre de aquel niño que deba caer en la escuela pública… deberíamos copiar a los chilenos, a esos sí que les va bien…
            - Por si fuera poco, faltan. Se les ocurre tener hijos, ascender o enfermarse. Abusan, se quedan sin voz o enloquecen a propósito, para seguir estafando al ciudadano que les paga el sueldo.
            - Lo del salario oprobioso no es tan grave. Si quieren mejorar su sueldo pueden juntar más de un cargo (cinco por ejemplo, trabajando de madrugada) o tener otro sueldo en la familia. Las maestras que agradezcan que se les paga por hacer algo que les gusta y si quieren plata que se casen con un abogado.
            - Además Baradel es barbudo, sucio, piojoso y viaja seguido (no voy a defender a Baradel, pero es obvio que solo representa a un sector de un gremio, y hasta mayo).
- Es todo política, son todos kirchneristas, son destituyentes, y si alguno no lo es, que se joda por estar en malas compañías, como la mayoría de los 70000 o 150000 que fueron a las marchas. Y hubo uno que le dibujó un helicóptero a un guardapolvo, vean cómo son.

            Y así siguen. Enlodan y menoscaban una profesión que cada vez menos eligen y que es esencial para que un país crezca. Lloran como cocodrilos cada vez que están en campaña, dicen que los maestros deberían ganar cuarenta lucas, y después se vuelven responsables y ofrecen sueldos promedio de quince. Porque la culpa, todos lo sabemos, es de otro.  
           

            Quizás lo material se resuelva. Mi ánimo de izquierda me dice que esto se resuelve con hambre, goma, balazos y muertes, pero sinceramente espero que no sea así. Los paros son muy seguidos, la hiena Vidal amenaza con descuentos y propone bonos pro – carneros, la adhesión decrece, pero ya no se llega ni al veinticinco del mes. La rata Larreta sigue a la hiena, y aunque podría resolver su conflicto (tiene recursos) no lo hace por solidaridad, o simplemente porque es garca. El garca mayor, Macri (gato) se escandaliza y le pregunta a Durán Barba qué hacer… por empezar podría saber cuánto gana un jubilado, digo yo…

            Pero si lo material se resuelve, todavía queda lo otro, lo simbólico. En estos meses, (y seguirá pasando cada vez que pidamos algo) a los docentes nos han insultado, menoscabado, ninguneado, bardeado, despreciado, y muchas cosas (malas) terminadas en ado.
            Y de eso no se vuelve.
            El sueldo podrá mejorar, no con Macri (gato), por cierto, pero los docentes tenemos memoria, no nos olvidamos. O por lo menos yo no me olvido.

            De los majules, los lajes, los montenegros, los castros, los viloutas… ni de los Clarines, los Telefés, los Nueves o los Américas… de todos los que boquearon…

            Porque de los hijos de puta no hay que olvidarse.

            Y solo me queda pedir disculpas porque no encontré el modo de incluir a Esteban Bullrich (el Bullrich sobrio) en esta nota. Creo que es ministro de educación o algo así y es un garca, pero quién en este gobierno no lo es…

            Es todo.
             

viernes, 27 de enero de 2017

Tres publicidades.



          

            
Desde que me recibí de Licenciado en Ciencias de la Comunicación (comunicólogo para los amigos, título inútil si los hay), familiares, amigos y conocidos insisten en que escriba algo que tenga que ver con la comunicación o con los medios.
            Bueno, no lo voy a hacer. Lleva tiempo, plata y ganas escribir algo seriamente. Pero si quieren se los cambio por una breve reflexión sobre tres publicidades (televisivas) que por diversas razones me hartaron.
            Obviamente mi hartazgo no es un concepto semiótico, es más, esto no pretende ser un estudio semiótico ni nada parecido (por supuesto si alguna empresa quiere pagarme por un análisis semiótico no hay problema, pero estas líneas no lo son).
            El hartazgo, en este caso, no se da solamente por la repetición de las publicidades, todas las campañas publicitarias repiten todo lo que pueden, el hartazgo, o enojo en algún caso es también porque en cada una de las publicidades se “desliza” alguna idea que quizás no me gusta…

            Empecemos:

1-     Para vos que sos una rata:

Chan – Chi – To… cortá, cortá que me partís al medio…


La carita de la nena sacando la lengüita, el cerdito alcancía que transpira, todo el deseo de comer helado y la racionalidad de comerse un Danette congelado. Ya me imagino al garca de Macri comprando dos kilos en Danette para la reunión de gabinete, o a Mirtha Legrand sirviéndole Danette helado a los invitados...
No señores, voy a tener que desengañarlos, un Dannette helado no es como un helado de heladería, y un jugo Tang congelado no es un helado de agua. Basta con ese anuncio de mierda que nos trata como ratones.
Siguiente.

2-     Mamá jodida:

Mi promesa es que no soy tu amiga, soy tu mamá…


Esta es más bien de cable, no se ve tanto en los canales de aire. Una “madre exigente” que controla a su hija en la ropa, los horarios, discute con ella, pero la cuida (porque usa Raid, entre otras cosas). Lo que me disgusta en este caso, es la sumisión de la nena ante la actitud autoritaria y dominante de la madre (de hecho los encuadres de la madre son de abajo hacia arriba y los de la adolescente de arriba hacia abajo, para reforzar). También me disgusta la asepsia de los ambientes, limpios y aburridos, parecen personas que nunca dejarían algo tirado o se tirarían un pedo. Finalmente, me molesta el internacionalismo, tanto la nena como la madre son gringas (o vaya a saber de dónde), imagino el mismo aviso en Colombia, Suecia o Túnez solo con la voz en off en otro idioma (de hecho el link es al aviso para Brasil, el aviso en castellano no está).
El desengaño en este caso es que se puede controlar a una adolescente, lo único que se me ocurre es echarle Raid en la comida sin matarla así se tranquiliza…
Último.

3-     Abusemos de Los Beatles.


En este caso no es tanto el anuncio en sí, es contra el concepto: todos hicimos algo de todo eso que se muestra, todos nos identificamos con algún pasaje (y los que no lo hicieron al menos lo entienden, les hubiera gustado ir de vacaciones y sacar la lengua con cara de opa y mostrar la sardina), en cierto modo el anuncio trata de anclar nuestras historias de vida a lo realmente importante… tener Claro como compañía de celular.
Es que las compañías de celulares, que ganan plata a lo tonto y viven de la estafa y el choreo, la única forma que tienen de que alguien recuerde su marca sin una puteada a continuación, es apelar a los Beatles y a las historias de vida y recuerdos de la infancia, en este caso. El desengaño es obvio, por más anuncios lindos que hagan las compañías de celulares son un hato de ladrones.

Y dejo acá. Espero no haber aburrido, y si lo leen, escriban algo, no sean ortivas…
Es todo.



martes, 3 de enero de 2017

Cerrando notas

        
            Macri se puso ocho...



            Bien, dado que soy un pobre docente en enero y no me voy, ni tengo la más remota chance de irme de vacaciones a ningún lado, como hace ya cinco años; voy a aprovechar este resentimiento post-fiestas para hacer un pequeño resumen de este primer año de Macri y ver si yo también le pongo un ocho… 
            No, no me lo creo ni yo, alumno Macri tiene un cuatro y el último gobierno de Cris un tres. La ventaja que tiene ese tres es que ya no puede empeorar, en cambio el cuatro de acá al 2019 puede bajar. Así que los kirchneristas no se quejen, quizás finalmente el gobierno actual resulte ser peor.

            No hubo gobiernos de ocho desde que volvió la democracia… los viejos hablan de Illa, y leyendo parece que fue una buena presidencia, pero con el peronismo proscripto me parece que no cuenta (además no terminó). El primer gobierno de Perón tampoco cuenta por su evidente autoritarismo, más allá de las conquistas sociales que reconozco. De todos modos son la prehistoria, no viví ninguno de los dos gobiernos.
            Así que presidencias de ocho, a mi modesto (y resentido) juicio, no hay. ¿Habrá años de ocho?

            Seamos buenos y condescendientes y digamos alguno (de los que viví y experimenté). Ocho para los primeros dos años de Alfonsín, cuando todavía la economía no había colapsado y los peronistas estaban tranquilos, y ocho para los dos primeros años de Néstor, cuando llamaba al diálogo y todavía había ilusiones y no grietas… y no se afanaba visiblemente, claro…

            Dos ochos siendo tolerantes. Ningún ocho más. Ninguno.

            Pero este no es un análisis de los últimos treinta años, pretende ser un punteo del 2016. Punteo subjetivo (no hay otra posibilidad) en el que voy a indicar la medida de gobierno o el área de gestión, y entre paréntesis la evaluación, buena o mala. Empecemos:

            Salida del cepo (era insostenible, bien)
            Regularización del INDEC (bien, ya no somos Alemania, pero está bien)
            Arreglo con los buitres (coherente con un gobierno garca, no se si estoy de acuerdo pero digamos que bien por la coherencia).
            Privilegios a mineras, sojeras, economías regionales (no se, regular, se verá, aún no se tradujo en nada para el 95 por ciento de la población no beneficiada)
            Educación (mal, sueldos y condiciones miserables, ver artículo anterior o ingresar un rato a cualquier escuela pública de Moreno, por decir algún lugar, para confirmarlo)
            Salud (mal, en este caso se puede visitar el Posadas, el Carrillo, o levantarse a las tres de la mañana para sacar turno de algo en el Santojanni, por ejemplo). En los dos últimos ejemplos rescato a docentes y personal de la salud, obviamente no es su responsabilidad.
            Pobreza (ahora se mide, se ha sincerado… mal, manga de garcas, mal, mantienen los planes para que no haya bardo y nada más)
            Tarifas, ganancias, nombramiento de jueces (pobichitos, están aprendiendo, no saben el procedimiento… mal).
            Seguridad, narcotráfico (dependen de la pobreza, pero mal, no hay prevención, los policías cada vez son más corruptos y están peor formados… es lógico, así como el Bullrich sobrio es contador y no sabe de educación, la piba no sabe de seguridad).
            Trabajo digno, vivienda (no saben qué es eso, y por las dudas, los que estaban antes tampoco).
            Medios públicos (mejoraron, pero era imposible no mejorar, regular).
            Ciencia y Tecnología (mal, por supuesto, para los CEOS es un gasto supérfluo).
            Impuestos (a los giles el IVA, claro, mal, ni los doscientos pesos del débito nos dejan).
            Corrupción (no se, habrá que esperar al próximo gobierno para enterarnos cuánto están afanando ahora).
            Justicia (otro ítem que no puede empeorar… regular)
           

Y paro acá. No menciono la gestión de Bergman en medio ambiente porque no tengo ni idea de qué podría estar haciendo Bergman en medio ambiente. Tampoco escribo sobre el fútbol (gasto que sí es superfluo, aunque no lo es la promoción de los deportes en general). Y la iglesia mierdosa y reaccionaria (con Bergoglio incluido) la dejo para otro artículo…
Por si fuera poco este año hay elecciones. Yo no me presento a nada (la política es para los que tienen plata y tiempo y yo no tengo ninguno de los dos), y siempre termino votando a algún partido que saca el cinco por ciento (con suerte), para burla de mis familiares, conocidos y amigos. Pero sí se algo. No se puede esperar nada bueno en un país en el que se votan candidatos reconocidamente chorros o garcas. De ahora o de antes. Y ya van varias veces que pasa.



Como dijo el Sr. Burns… me quedo con mi cinco por ciento.

Es todo.


PD: Sean buenos y comenten...