Ahora que los docentes por dos meses
somos buenos podemos escribir sobre otro tema. Repito, no hay que
creer en época de elecciones ninguna promesa educativa de ningún
candidato.
La verdad es que dieron un aumento
apenas aceptable para no tener problemas por un par de meses y
presentar al Bullrich sobrio como candidato a diputado. Y me repito
una vez más... siempre tuvieron la plata, no quisieron dar el
aumento antes para escarmentar y humillar a los docentes. Con los
chicos en el aula o afuera del aula.
Los garcas son garcas... viven como
garcas, hacen cosas de garcas y casi que se los puede comprender...
lo que no se puede, o no se debería, es votarlos en las próximas
elecciones...
El otro tema, por supuesto, es
Pepsico. Todos vimos por la tele la brutal represión policial a los
trabajadores despedidos. Como dice algún meme que circula en las
redes, gente pobre con uniforme que le pega (reprime) a gente pobre
con hambre para favorecer a gente rica sin uniforme ni hambre.
Bastante popular el meme, en este momento se aplica a la Argentina
pero también a Venezuela, y a muchos países. Lo cierto es que
cuando la policía se autoacuartele o pida mejoras laborales va a ser
imposible no recordar lo de Pepsico o los palazos a los maestros en
Congreso o a los piqueteros en la 9 de Julio.
Muy correcto lo de la policía. Están
muy bien adiestrados para complacer al amo garca. Y si hay que darles
palazos o tirarle gas a trabajadores, algunos de ellos peligrosas
mujeres desarmadas, pues no importa. Sólo son fríos ejecutores de
las órdenes de la justicia acomodaticia y empresarial propugnada por
el gobierno de Macri (gato). Policías violentos, ladrones y
corruptos es lo que tenemos. No me da para la simetría del animal de
Feinman cuando dice “... uno menos...” refiriéndose a los
chorros (en mi caso sería a los policías), pero de verdad habría
que pensar qué pasa por la cabeza de un tipo que decide ser policía
en épocas como ésta.
Desde ya no me importa si eran todos
trabajadores o si había gente de otras organizaciones apoyando...
igual la mayoria cobró en palos, gases o balas de goma, incluso
políticos y periodistas. Tampoco me importa que en un acto de
defensa hayan volado piedras o algún banco. No fueron los
trabajadores los que iniciaron la violencia. Mientras tanto Pepsico,
silenzio stampa, como Basile.
Todo fue muy rápido. La comunicación
de los despidos, en algunos casos los arreglos por las
indemnizaciones. Nadie sabe los números, pero de 600 despidos no
arreglaron 90 según algunas fuentes (para otros eran menos o algunos
dicen que los que arreglaron fue con coacción, datos precisos no
hay). La excusa para la rapidez en la represión fue un potencial escape tóxico. Todo
(pero todo) muy rapidito y a los palazos.
Es que no se podía esperar. Estaban
por empezar las campañas y parece que el tiempo que la gente tarda
en olvidarse es un par de meses, más allá de que siempre hay
pseudogarcas de clase media que se alegran. Se alegran alentados por
los medios cómplices. Los que explican que la empresa tiene derecho
a despedir y pasan treinta repeticiones de los piedrazos, o empiezan
a ver uno por uno para saber quién es trabajador y quién va a
apoyar, como si eso hiciera diferencia en la represión.
En un capitalismo perfecto es cierto, las
empresas pueden despedir indemnizando, porque hay rotación laboral,
en una Argentina con el nueve por ciento (y va para diez) de desocupación eso no es
tan cierto, más allá de que algunos además discuten (discutimos)
el capitalismo, perfecto o no... Esos trabajadores (los noventa por
lo menos) quedan en la calle para siempre, están afuera del mercado laboral y tienen muy pocas chances de volver a trabajar, por más seiscientas lucas
que le den, que se van rápido.
Por supuesto no todos los medios cómplices son iguales. En este caso, por razones obvias fueron mejores las coberturas de C5N y Crónica, más del lado de los trabajadores. Canal 13, TN y A24 informaron también aunque a favor de la patronal (excepto la pobre Lorena Maciel que no sabe como pararse ante la situación). Y Pepsico, silenzio stampa.
Pepsico es una multinacional poderosa.
Por eso quizás ninguno del sindicato estaba ahí (en realidad creo
que no estaban por traidores y garcas, pero yo prefiero suponer que
fue por Pepsico). Ni tampoco estaba ahí ningún representante de los
partidos políticos principales. Es obvio que el partido garca de
derecha Cambiemos no iba a estar, pero no vi a nadie de Massa, o del
peronismo, en cualquiera de sus variantes... Supongo que es porque
Pepsico suele ser aportante en las campañas así como es anunciante
de los medios cómplices.
Así, no estaban Cristina, Scioli,
Massa, Randazzo, Stolbizer, mucho menos Carrió, Lousteau, o algún
seguidor de Macri (gato). Es que necesitan de Pepsico y sus aportes
(en realidad de los aportantes individuales que por casualidad
trabajan en Pepsico o son parte del directorio... la ley no está
hecha para los garcas). Lo mismo va para los medios. Los anuncios de
Pepsi o Lays son muchos y pagan bien.
Por eso los que estaban ahí eran los
otros, los que no necesitan de Pepsico. Vilma Ripoll, el pollo
Sobrero, Del Caño con los ojos hinchados por los gases, Castillo y
Zamora subidos a los techos para garantizar que no haya más
represión. A veces me pone contento votar a partidos del cinco por
ciento. Pueden equivocarse, pero al menos están donde deben.
Y lo que nadie dice y todos esconden.
Hay desde el primer minuto del conflicto una propuesta de boicot en
las redes, de la que pocos hablan. Porque una forma muy sencilla de
penalizar la rapidez de los garcas, la brutalidad de la policía y el
silenzio stampa de Pepsico es, como consumidores, no comprar más
Pepsico. No más Pepsi, no más Lays, y el Gatorade que se lo tome
Bilardo. Que paguen su política empresarial de garcas con menos
ventas. Que tengan que anunciar más para vender menos.
No consumamos Pepsico. Que las papas
fritas, los chizitos y la pepsi se la coman y tomen Feinman, Fantino,
Vilouta y Bonelli (hay más, pero siempre me acuerdo de estos). Y en
lo posible que revienten por la glucosa o por la sal.
No consumamos más esos productos. Que
echar a seiscientos, o a noventa laburantes a la calle no sea tan
sencillo y tenga consecuencias. Al menos para que la Coca Cola lo
piense si va a hacer lo mismo.
Boicot a Pepsico.
Es todo.
PD: todo lo aplicable a Pepsico es
también aplicable a Lear... así no rompen las pelotas... igual sean buenos y comenten... y me fuí.